Festejó como si estuviera en su casa

Festejó como si estuviera en su casa

El plantel de Universitario desató una fiesta respetuosa en cancha de los Tarcos.

21 Septiembre 2009
Lucas Barrera Oro había concretado el golpe de efecto. La gente, ansiosa y descontrolada, no dudó un instante y se lanzó al campo a saludar a sus héroes. Sin embargo el partido, pese a que la chicharra había cantado los 80 minutos del encuentro con Los Tarcos, no había llegado a su fin. Restaba que Franco López Ríos cumpliera con el trámite de ejecutar el intento de gol a la "H" del derrotado conjunto anfitrión.
Algo que casi ni entró en el cuadro en el disparo del apertura campeón del Regional, tan anecdótico como la efusividad del público visitante, que desencadenó una verdadera fiesta en la casa de su archirrival. Con el respeto que la ocasión requería, los jugadores y su gente se reunieron en la medialuna del campo de batalla y se abrazaron. Después, y a medida que las tribunas comenzaron a evidenciar claros importantes, cantaron con fuerza y emprendieron la tradicional vuelta olímpica.  
Saltos por aquí, abrazos por allá. La casa de Los Tarcos mutaba por un instante con la de Ojo de Agua. Los hombres de la "U", fervorosos, no querían abandonar ese reducto, especial e inolvidable para ellos de ahora en más.
Como las lágrimas de todos sus familiares; como el adiós de algún ahora ex jugador y la bienvenida de varios pibes del semillero.
Universitario estuvo y estará de fiesta. Por lo menos hasta que arranque el nuevo campeonato.

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