19 Septiembre 2009
TIPO FRONTAL. Borghi (al centro) tiene una visión atípica del fútbol. Lo vive con una pasión ajena al delirio popular que él causaba cuando jugaba. TELAM
BUENOS AIRES.- Claudio Borghi formó parte de esa casta de jugadores a los que el adjetivo diferente no les queda grande. Fue el hombre que hizo de la rabona una marca registrada; el de pie exquisito, el que cargó con el peso de ser comparado con Diego Maradona, el que enfrentó a la Juventus de Platini por la Intercontinental en Japón; el que jugó en Milan junto a Gullit y Van Basten. Y la lista puede continuar.
Campeón de la Copa Libertadores con Argentinos e integrante del plantel que ganó el Mundial de México 86, "Bichi" es, junto al "Diez" y a Sergio Batista, uno de los máximos ídolos del club de La Paternal. Como técnico, el año pasado llegó a Independiente luego de un exitoso paso por Chile. Y hace tres meses volvió al primer amor. Dirigió los últimos dos partidos del Clausura -Argentinos terminó último- y los cuatro de este Apertura 2009. Hasta ahora, suma seis puntos (tres empates y una victoria), la misma cantidad que Atlético, el rival de hoy.
Sentado sobre una conservadora en el predio de UTA, en la localidad bonaerense de Moreno, Borghi mira el fútbol reducido de su equipo. Pita hondo el cigarro. No da indicaciones ni grita ni tiene un silbato en la mano para parar las jugadas. Deja fluir a los suyos. De Atlético, de Argentinos, de la mediocridad del fútbol actual y de por qué no grita los goles habló Borghi con LA GACETA.
- ¿Por qué les cuesta tanto sumar de a tres en casa?
- No lo sé, el fútbol es tan impredecible... El de Newell’s fue quizá el partido que menos merecimos ganar. Hicimos un mal primer tiempo y un muy buen segundo. El más ganable fue contra Boca y empatamos.
- ¿Cómo vio a Atlético en sus primeros partidos en Primera?
- Me quedé con una buena impresión en el medio campo; corren mucho. Los laterales pasan y los dos rompebolas (sic) de arriba persiguen a todo el mundo. Es un rival duro, que viene de ganarle a Boca, que no es poca cosa. Vamos a tenerle el respeto que se merece.
- Están invictos. ¿Para qué está Argentinos?
- Tenemos que conseguir una gran cantidad de puntos para salvarnos del descenso. Si logramos eso, podemos ilusionarnos con otras cosas. Después de ver lo ocurrido en la primeras fechas, te puedo decir que Vélez y Lanús marcan la diferencia. Y el resto está en proceso de rodaje. No veo un equipo imbatible, todo es muy parejo.
- Quizá todo esté nivelado para abajo. ¿No le parece que el torneo es flojo, ordinario?
- No lo sé. Es injusto decir que todo tiempo pasado fue mejor. Los chicos ahora son diferentes y creo que el fútbol argentino está atravesando un momento extraño. Los jugadores se van muy pronto y tenés que armarte nuevamente. Se hace difícil lograr una identidad de juego en tan poco tiempo.
- ¿Por qué no grita los goles?
- Tampoco lo hacía cuando era jugador. Los DT no estamos para andar gritando. Tenemos que mantener la calma. Cada uno es como es y siente el fútbol de una forma diferente. Prefiero estar tranquilo cuando hago un gol o cuando me lo convierten. Son formas de ver el fútbol y la vida, ¿no?
Campeón de la Copa Libertadores con Argentinos e integrante del plantel que ganó el Mundial de México 86, "Bichi" es, junto al "Diez" y a Sergio Batista, uno de los máximos ídolos del club de La Paternal. Como técnico, el año pasado llegó a Independiente luego de un exitoso paso por Chile. Y hace tres meses volvió al primer amor. Dirigió los últimos dos partidos del Clausura -Argentinos terminó último- y los cuatro de este Apertura 2009. Hasta ahora, suma seis puntos (tres empates y una victoria), la misma cantidad que Atlético, el rival de hoy.
Sentado sobre una conservadora en el predio de UTA, en la localidad bonaerense de Moreno, Borghi mira el fútbol reducido de su equipo. Pita hondo el cigarro. No da indicaciones ni grita ni tiene un silbato en la mano para parar las jugadas. Deja fluir a los suyos. De Atlético, de Argentinos, de la mediocridad del fútbol actual y de por qué no grita los goles habló Borghi con LA GACETA.
- ¿Por qué les cuesta tanto sumar de a tres en casa?
- No lo sé, el fútbol es tan impredecible... El de Newell’s fue quizá el partido que menos merecimos ganar. Hicimos un mal primer tiempo y un muy buen segundo. El más ganable fue contra Boca y empatamos.
- ¿Cómo vio a Atlético en sus primeros partidos en Primera?
- Me quedé con una buena impresión en el medio campo; corren mucho. Los laterales pasan y los dos rompebolas (sic) de arriba persiguen a todo el mundo. Es un rival duro, que viene de ganarle a Boca, que no es poca cosa. Vamos a tenerle el respeto que se merece.
- Están invictos. ¿Para qué está Argentinos?
- Tenemos que conseguir una gran cantidad de puntos para salvarnos del descenso. Si logramos eso, podemos ilusionarnos con otras cosas. Después de ver lo ocurrido en la primeras fechas, te puedo decir que Vélez y Lanús marcan la diferencia. Y el resto está en proceso de rodaje. No veo un equipo imbatible, todo es muy parejo.
- Quizá todo esté nivelado para abajo. ¿No le parece que el torneo es flojo, ordinario?
- No lo sé. Es injusto decir que todo tiempo pasado fue mejor. Los chicos ahora son diferentes y creo que el fútbol argentino está atravesando un momento extraño. Los jugadores se van muy pronto y tenés que armarte nuevamente. Se hace difícil lograr una identidad de juego en tan poco tiempo.
- ¿Por qué no grita los goles?
- Tampoco lo hacía cuando era jugador. Los DT no estamos para andar gritando. Tenemos que mantener la calma. Cada uno es como es y siente el fútbol de una forma diferente. Prefiero estar tranquilo cuando hago un gol o cuando me lo convierten. Son formas de ver el fútbol y la vida, ¿no?