28 Agosto 2009
PUNTUAL. El uruguayo Tabaré Vázquez fue el primero en llegar a Bariloche. TELAM
BOGOTA.- El presidente colombiano Alvaro Uribe asistirá hoy a la cumbre extraordinaria de Unasur, en Bariloche, con el objetivo de sortear con éxito la nueva tensión regional que se ha producido por el polémico acuerdo de seguridad que firmará con Estados Unidos. Llegará a la cita con la esperanza de salir librado de los cuestionamientos que se le harán por la nueva alianza por la que militares estadounidenses tengan acceso a siete bases colombianas.
Analistas consideran de gran importancia la intervención de Uribe en la cumbre especial de la Unión de Naciones suramericanas (Unasur), que presidirá la mandataria anfitriona, Cristina Fernández de Kirchner. El colombiano explicará que el objetivo del acuerdo militar es la lucha contra el narcotráfico y contra las organizaciones insurgentes de su país que negocian con la droga, y que las operaciones no afectarán a terceros países.
"Una vez que se esclarezcan las dudas de algunos países se darán cuenta que no sólo es importante para la seguridad de Colombia, sino para la seguridad regional", comentó el experto en seguridad Alfredo Rengel. Varios ex cancilleres colombianos respaldan igualmente la asistencia de Uribe y consideran que este debió haber acudido a hablar del tema en la pasada cita del organismo multilateral celebrada en Ecuador. También la casi totalidad de los partidos políticos de colombia cerraron filas en torno del jefe de Estado.
Una de las pruebas más difíciles de sortear para el gobernante colombiano, a quien muchas veces se le ve como el chico malo de la región, será sin dudas las críticas que le hará su par venezolano, Hugo Chávez, que mantiene en revisión las relaciones con Colombia a causa del nuevo pacto de seguridad de Bogotá y Washington. La reunión será igualmente una oportunidad para Colombia de retomar el evaporado debate sobre el porqué grupos armados ilegales de su país, como las FARC, terminaron con armas que Venezuela adquirió a Suecia. Colombia ha manifestado en más de una ocasión que acude a la cumbre de Unasur no a consultar el acuerdo de seguridad con Estados Unidos, sino a poner sobre la mesa temas como los acuerdos de cooperación que tienen algunos países con naciones que no pertenecen a la región, el armamentismo de ciertos vecinos y el terrorismo. El gobierno colombiano sin duda dará la pelea en la nueva reunión en la que espera salir bien librado y para ello lleva una defensa minuciosamente estudiada y asesorada, en la que ha trabajado en los últimos días.
Será este el segundo foro de mandatarios en el que el Uribe deberá dar explicaciones y escuchar críticas de sus homólogos en la región por las controvertidas decisiones que ha tomado en nombre de la seguridad de su país.
En marzo de 2008 debió responder en la cumbre del Grupo de Río, en República Dominicana, por la crisis regional que desató el bombardeo que su ejército efectuó en territorio ecuatoriano, sin autorización de Quito, contra un campamento de las FARC. En dicho operativo fue abatido el número dos de la guerrilla, Raúl Reyes, y una veintena de personas que lo acompañaban. (DPA)
Analistas consideran de gran importancia la intervención de Uribe en la cumbre especial de la Unión de Naciones suramericanas (Unasur), que presidirá la mandataria anfitriona, Cristina Fernández de Kirchner. El colombiano explicará que el objetivo del acuerdo militar es la lucha contra el narcotráfico y contra las organizaciones insurgentes de su país que negocian con la droga, y que las operaciones no afectarán a terceros países.
"Una vez que se esclarezcan las dudas de algunos países se darán cuenta que no sólo es importante para la seguridad de Colombia, sino para la seguridad regional", comentó el experto en seguridad Alfredo Rengel. Varios ex cancilleres colombianos respaldan igualmente la asistencia de Uribe y consideran que este debió haber acudido a hablar del tema en la pasada cita del organismo multilateral celebrada en Ecuador. También la casi totalidad de los partidos políticos de colombia cerraron filas en torno del jefe de Estado.
Una de las pruebas más difíciles de sortear para el gobernante colombiano, a quien muchas veces se le ve como el chico malo de la región, será sin dudas las críticas que le hará su par venezolano, Hugo Chávez, que mantiene en revisión las relaciones con Colombia a causa del nuevo pacto de seguridad de Bogotá y Washington. La reunión será igualmente una oportunidad para Colombia de retomar el evaporado debate sobre el porqué grupos armados ilegales de su país, como las FARC, terminaron con armas que Venezuela adquirió a Suecia. Colombia ha manifestado en más de una ocasión que acude a la cumbre de Unasur no a consultar el acuerdo de seguridad con Estados Unidos, sino a poner sobre la mesa temas como los acuerdos de cooperación que tienen algunos países con naciones que no pertenecen a la región, el armamentismo de ciertos vecinos y el terrorismo. El gobierno colombiano sin duda dará la pelea en la nueva reunión en la que espera salir bien librado y para ello lleva una defensa minuciosamente estudiada y asesorada, en la que ha trabajado en los últimos días.
Será este el segundo foro de mandatarios en el que el Uribe deberá dar explicaciones y escuchar críticas de sus homólogos en la región por las controvertidas decisiones que ha tomado en nombre de la seguridad de su país.
En marzo de 2008 debió responder en la cumbre del Grupo de Río, en República Dominicana, por la crisis regional que desató el bombardeo que su ejército efectuó en territorio ecuatoriano, sin autorización de Quito, contra un campamento de las FARC. En dicho operativo fue abatido el número dos de la guerrilla, Raúl Reyes, y una veintena de personas que lo acompañaban. (DPA)