18 Agosto 2009
REVOLUCIONARIO. Lorca se definía como tal ante sus amigos. IMAGEN TOMADA DE AGAUDI.WORDPRESS.COM
BUENOS AIRES.- Apenas un mes después de haber terminado su máxima obra teatral, "La casa de Bernarda Alba", el poeta y dramaturgo andaluz Federico García Lorca fue fusilado durante la dictadura del generalísimo Francisco Franco. Ocurrió el 19 de agosto de 1936.
En su intento por alejarse de los tumultos que se vivían en Madrid, viajó hacia Granada y se refugió en la casa de verano de su familia, la Huerta de San Vicente. Sin embargo, el duro brazo militar lo alcanzó el 16 de agosto, cuando fue arrestado, luego de la ejecución de su cuñado José Fernández-Montesinos, alcalde socialista de la ciudad.
En esa oportunidad, compartió celda junto con dos jóvenes anarquistas y un maestro de escuela. Tres días más tarde los cargaron en un camión y los llevaron hacia Víznar, en las afueras de Granada, donde los fusilaron.
Algunos dicen que lo mataron por izquierdista: era partidario del Frente Popular y tenía una estrecha relación con Fernando de los Ríos, diputado socialista por Granada. Otros aseguran que la razón fue su homosexualidad. Y también hay quienes -como el historiador Miguel Francisco Caballero- abonan la hipótesis de un crimen familiar por intereses.
Estas dos últimas posibilidades se reafirmaron después de que Juan Luis Trescastro -uno de los ejecutores de Lorca y pariente de su padre- alardeara de haberle pegado dos tiros en las nalgas "por maricón".
De todos modos, Gonzalo de Aguilera, uno de los capitanes y jefe de prensa del Generalísimo, admitió en una entrevista periodística que las intenciones de Franco eran eliminar un tercio de la población masculina y "limpiar" el proletariado.
Tras la muerte de García Lorca, el barranco de Víznar fue el territorio sagrado de los demócratas granadinos. Hoy, la democracia urbanizó aquel espacio simbólico y construyó allí un parque en recuerdo de las víctimas de la guerra civil. (Télam)
En su intento por alejarse de los tumultos que se vivían en Madrid, viajó hacia Granada y se refugió en la casa de verano de su familia, la Huerta de San Vicente. Sin embargo, el duro brazo militar lo alcanzó el 16 de agosto, cuando fue arrestado, luego de la ejecución de su cuñado José Fernández-Montesinos, alcalde socialista de la ciudad.
En esa oportunidad, compartió celda junto con dos jóvenes anarquistas y un maestro de escuela. Tres días más tarde los cargaron en un camión y los llevaron hacia Víznar, en las afueras de Granada, donde los fusilaron.
Algunos dicen que lo mataron por izquierdista: era partidario del Frente Popular y tenía una estrecha relación con Fernando de los Ríos, diputado socialista por Granada. Otros aseguran que la razón fue su homosexualidad. Y también hay quienes -como el historiador Miguel Francisco Caballero- abonan la hipótesis de un crimen familiar por intereses.
Estas dos últimas posibilidades se reafirmaron después de que Juan Luis Trescastro -uno de los ejecutores de Lorca y pariente de su padre- alardeara de haberle pegado dos tiros en las nalgas "por maricón".
De todos modos, Gonzalo de Aguilera, uno de los capitanes y jefe de prensa del Generalísimo, admitió en una entrevista periodística que las intenciones de Franco eran eliminar un tercio de la población masculina y "limpiar" el proletariado.
Tras la muerte de García Lorca, el barranco de Víznar fue el territorio sagrado de los demócratas granadinos. Hoy, la democracia urbanizó aquel espacio simbólico y construyó allí un parque en recuerdo de las víctimas de la guerra civil. (Télam)
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