El nuevo juicio a Bussi comenzará en setiembre

La etapa oral del proceso penal contra Antonio Bussi y Luciano Benjamín Menéndez por el funcionamiento de un centro clandestino de detención en la ex Jefatura de Policía comenzará a mediados de setiembre, según calculó el presidente del Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF), Gabriel Casas. Hasta entonces demorará la culminación de trámites previos.
"Hay cuestiones preliminares que se están diligenciando, especialmente incidencias en otros tribunales. Vamos a requerir que se resuelvan los temas pendientes en la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, en la Cámara Nacional de Casación Penal o en la Corte Suprema de la Nación. Confiamos en que todo termine rápidamente para empezar en la primera quincena del próximo mes", explicó el juez, quien descartó que el juicio oral pudiese iniciarse durante agosto, como era la idea original.
Además de Bussi y de Menéndez, también están imputados por distintos delitos los militares Albino Mario Zimmerman y Alberto Luis Cattáneo; y los policías Roberto Heriberto "El Tuerto" Albornoz, María Elena Guerra y Luis Armando y Carlos De Cándido.
Casas explicó, en diálogo con LA GACETA, que también se está avanzando en la determinación de las pruebas (testimoniales, instrumentales y documentales) que se presentarán en el proceso.

- ¿Cuánto tiempo insumirá el juicio oral?
- Por lo menos dos meses a un ritmo de tres días de audiencias por semana, en doble turno de mañana y tarde. Incluso, creo que podríamos demorar un poco más, y llegar hasta fin de año.
Este será un proceso largo porque hay varios casos acumulados; más de 50 testigos; querellantes; defensores y muchas víctimas. Es muy diferente del de Guillermo Vargas Aignasse, que sustanciamos en 2008.

- ¿Qué importancia tiene un proceso por un centro clandestino y no por casos individuales?
- Es trascendente, porque es la primera megacausa que se sustancia. Esta forma de acumulación reúne unas 15 causas sueltas con una veintena de víctimas, que tienen como punto de contacto el lugar de consumación de los delitos, en la ex Jefatura. Está pedida una inspección ocular en el lugar, que se realizará durante el debate. Las pruebas testimoniales permitirán reconstruir cómo se produjeron los hechos, que transcurrieron hace mucho tiempo y en los que, presuntamente, hubo participación estatal; por ello se lo califica como la macrocriminalidad del Estado.

- ¿Cuál será el hecho más significativo en este juicio?
- Lo más trascendente será la aplicación rigurosísima de las garantías procesales del sistema judicial argentino para juzgar a los delitos de lesa humanidad. Es la prueba más importante que soporta el Poder Judicial y debe demostrar que se hacen efectivas y se respetan todos los principios del derecho liberal en el marco del régimen democrático. Hay plena garantía del libre ejercicio de la defensa y podrán ofrecer todas las pruebas que quieran. Este no es un "juicio de la verdad" ni una investigación histórica, sino un proceso netamente contradictorio: todo testigo y todo el proceso está sometido al control de las partes.

- ¿Hay algún planteo vinculado con la salud de algún acusado?
- Sólo hubo una presentación de Cattáneo por sus problemas respiratorios. Están tomadas todas las providencias para que, en caso de urgencia, un enfermo sea trasladado de inmediato a un centro sanitario. No hay nada de ningún otro imputado. Ellos sólo deben estar presentes al momento de la lectura de la acusación y del fallo.

- Los comerciantes de la zona se quejaron porque económicamente los afecta el corte de calles durante las audiencias. ¿Tomarán alguna medida al respecto?
- Lo dispuesto ni siquiera llega a ser una restricción administrativa o una limitación al comercio. Simplemente es una carga que debemos llevar todos los ciudadanos para vivir en democracia.