13 Julio 2009
La tecnología cambió la comunicación familiar
En los hogares donde las relaciones son buenas, internet y el celular refuerzan los vínculos; de lo contrario, favorecen el individualismo. Las familias digitales, surgidas hace unos años en Europa, comienzan a aparecer en Tucumán, y llegaron para quedarse.
No se sienten raros disfrutando de todos los gadgets tecnológicos. Al contrario: la tecnología forma parte de sus vidas, está plenamente integrada en su día a día. Los expertos en marketing las llaman las familias 2.0, dado su elevado nivel de conexión con el mundo digital. Toda la dinámica familiar está marcada por los dispositivos de última generación. Para bien o para mal, según los expertos, el estilo de vida 2.0 llegó para quedarse.
El retrato de la familia digital comenzó a surgir en Europa hace unos seis años y hoy está expandido por el mundo entero. Los sociólogos coinciden en caracterizar estos grupos según el uso avanzado de internet, el alto nivel de equipamiento en la casa y en el plano personal. La tecnología es como un miembro más de la familia que participa en muchos ámbitos: ocio, compra, viajes, medios, entretenimiento y amistades.
"La influencia de la tecnología en la dinámica familiar es notable: afecta las relaciones con los hijos y resto de los miembros", destaca Daniel Zalazar Romero, especialista en psicología de masas. El experto aclara, no obstante, que los artefactos digitales son utensilios que no hacen más que resaltar los valores familiares. "Si hay un buen nivel de comunicación, la tecnología es positiva. En cambio, si las relaciones son malas, la tecnología puede distanciar a los integrantes de la familia, porque suele favorecer el aislamiento y el individualismo", sostiene el psicólogo.
A toda hora
Internet y el celular son herramientas indispensables en muchas familias. Cristina Salvatierra, su esposo y sus tres hijos adolescentes ya no imaginan la vida sin estos aparatos y sin tecnología. Les sirven para conectarse a cualquier hora del día, para encontrarse, entre sí o con otros, o para saber si están bien, por ejemplo. A través de la web hacen compras y planifican sus viajes.
"No hemos perdido nuestras reuniones por ello. Las familias ya no son tan rígidas como en otros tiempos; nos acomodamos como podemos y usamos la tecnología para conectarnos", remarca la comerciante. Y añade que en su casa no hay roles demasiado fijos: "cada uno hace lo que puede de las tareas del hogar, porque todos tenemos obligaciones. Además, a la hora de tomar una decisión escuchamos la opinión de cada uno y procuramos llegar a un acuerdo".
Oscar Vega, comerciante de Yerba Buena, comenta que desde hace dos años en su casa se vive al compás del chat y de las llamadas desde teléfonos móviles. Uno de sus hijos se radicó en España y gracias a internet todos los días puede comunicarse con él. "Además, desde que tengo la computadora estoy más tiempo en casa, porque me llevo las cuentas para allá", resalta.
Las características
Los sociólogos remarcan que la tecnología simplifica la vida de muchos sectores de la sociedad. A la familia, en particular, le facilita integrar y compatibilizar los aspectos laborales, domésticos, de las relaciones y hasta del tiempo individual. De esa manera, la incorporación de la tecnología, especialmente de internet, les significa ahorro de tiempo, de dinero y de esfuerzo.
Descentralización
Un estudio realizado por Omnicom Media Group, publicado en el sitio de actualidad www.wikio.es revela que el hogar 2.0 es descentralizado, es un sitio donde los miembros de la familia tienen mayor libertad individual y cada miembro puede encontrar su espacio propio.
Según los expertos, en estos hogares el centro del universo ya no es el comedor; los teléfonos celulares abrieron las fronteras del hogar. En este sentido la tecnología, si se maneja en el marco de un buen vínculo familiar, contribuye a la deshumanización de las relaciones.
Los profesionales sostienen que no todas las familias digitales se comportan igual. Por ejemplo, donde hay niños hay menos recursos tecnológicos que donde hay adolescentes. Las parejas sin hijos son otro cantar: han incorporado por completo las nuevas tecnologías y disfrutan un alto nivel de equipamiento.
La televisión sigue ocupando un lugar preponderante en el hogar, pero la familia considera internet el centro del universo tecnológico. La web desempeña un papel relevante en materia de información, servicios y comunicación.
El retrato de la familia digital comenzó a surgir en Europa hace unos seis años y hoy está expandido por el mundo entero. Los sociólogos coinciden en caracterizar estos grupos según el uso avanzado de internet, el alto nivel de equipamiento en la casa y en el plano personal. La tecnología es como un miembro más de la familia que participa en muchos ámbitos: ocio, compra, viajes, medios, entretenimiento y amistades.
"La influencia de la tecnología en la dinámica familiar es notable: afecta las relaciones con los hijos y resto de los miembros", destaca Daniel Zalazar Romero, especialista en psicología de masas. El experto aclara, no obstante, que los artefactos digitales son utensilios que no hacen más que resaltar los valores familiares. "Si hay un buen nivel de comunicación, la tecnología es positiva. En cambio, si las relaciones son malas, la tecnología puede distanciar a los integrantes de la familia, porque suele favorecer el aislamiento y el individualismo", sostiene el psicólogo.
A toda hora
Internet y el celular son herramientas indispensables en muchas familias. Cristina Salvatierra, su esposo y sus tres hijos adolescentes ya no imaginan la vida sin estos aparatos y sin tecnología. Les sirven para conectarse a cualquier hora del día, para encontrarse, entre sí o con otros, o para saber si están bien, por ejemplo. A través de la web hacen compras y planifican sus viajes.
"No hemos perdido nuestras reuniones por ello. Las familias ya no son tan rígidas como en otros tiempos; nos acomodamos como podemos y usamos la tecnología para conectarnos", remarca la comerciante. Y añade que en su casa no hay roles demasiado fijos: "cada uno hace lo que puede de las tareas del hogar, porque todos tenemos obligaciones. Además, a la hora de tomar una decisión escuchamos la opinión de cada uno y procuramos llegar a un acuerdo".
Oscar Vega, comerciante de Yerba Buena, comenta que desde hace dos años en su casa se vive al compás del chat y de las llamadas desde teléfonos móviles. Uno de sus hijos se radicó en España y gracias a internet todos los días puede comunicarse con él. "Además, desde que tengo la computadora estoy más tiempo en casa, porque me llevo las cuentas para allá", resalta.
Las características
Los sociólogos remarcan que la tecnología simplifica la vida de muchos sectores de la sociedad. A la familia, en particular, le facilita integrar y compatibilizar los aspectos laborales, domésticos, de las relaciones y hasta del tiempo individual. De esa manera, la incorporación de la tecnología, especialmente de internet, les significa ahorro de tiempo, de dinero y de esfuerzo.
Descentralización
Un estudio realizado por Omnicom Media Group, publicado en el sitio de actualidad www.wikio.es revela que el hogar 2.0 es descentralizado, es un sitio donde los miembros de la familia tienen mayor libertad individual y cada miembro puede encontrar su espacio propio.
Según los expertos, en estos hogares el centro del universo ya no es el comedor; los teléfonos celulares abrieron las fronteras del hogar. En este sentido la tecnología, si se maneja en el marco de un buen vínculo familiar, contribuye a la deshumanización de las relaciones.
Los profesionales sostienen que no todas las familias digitales se comportan igual. Por ejemplo, donde hay niños hay menos recursos tecnológicos que donde hay adolescentes. Las parejas sin hijos son otro cantar: han incorporado por completo las nuevas tecnologías y disfrutan un alto nivel de equipamiento.
La televisión sigue ocupando un lugar preponderante en el hogar, pero la familia considera internet el centro del universo tecnológico. La web desempeña un papel relevante en materia de información, servicios y comunicación.