04 Julio 2009
TEGUCIGALPA.- El ganadero Agenor Navas recuerda perfectamente el temor que sintió cuando el derrocado presidente, Manuel Zelaya, anunció su decisión de ingresar en el bloque comercial promovido por el gobierno socialista de Venezuela. Para muchos empresarios, la firma en 2008 de una alianza con el presidente Hugo Chávez, que incluye varios gobiernos izquierdistas, fue el inicio de una crisis política que culminó con su expulsión del país a punta de pistola.
La agresiva retórica revolucionaria y antiestadounidense de Chávez generó inquietud en la conservadora Honduras, un empobrecido país productor de café y de textiles que por décadas tuvo a Washington como norte político y comercial. "Estados Unidos ha sido para nosotros en toda la historia el mejor aliado", dijo Navas, ganadero y ex militar.
Drástico giro
Zelaya llegó al poder en el 2006 como líder del conservador partido Liberal. Pero, tras su adhesión al bloque bolivariano que promueve Chávez para contrarrestar la influencia de Washington, sus críticos aseguran que su discurso empezó a teñirse peligrosamente de izquierdista. Zelaya conquistó el apoyo de muchos hondureños pobres subiendo el salario mínimo, bajando el precio en la gasolina y otorgando bonos a sectores de bajos ingresos. Según líderes empresariales, ese giro populista, unido a un discurso de lucha de clases, debilitó la confianza de los inversores y disparó la tensión social en el país más pobre de la región después de Haití y Nicaragua. "Su discurso era una copia del modelo venezolano", dijo Santiago Ruiz, de la federación hondureña de ganaderos y agricultores, cuyo sector representa casi un 30% de la pequeña economía centroamericana. Zelaya es un magnate maderero amante de los caballos, que suele llevar vistosos sombreros de vaquero y botas de montar. (Reuters)
La agresiva retórica revolucionaria y antiestadounidense de Chávez generó inquietud en la conservadora Honduras, un empobrecido país productor de café y de textiles que por décadas tuvo a Washington como norte político y comercial. "Estados Unidos ha sido para nosotros en toda la historia el mejor aliado", dijo Navas, ganadero y ex militar.
Drástico giro
Zelaya llegó al poder en el 2006 como líder del conservador partido Liberal. Pero, tras su adhesión al bloque bolivariano que promueve Chávez para contrarrestar la influencia de Washington, sus críticos aseguran que su discurso empezó a teñirse peligrosamente de izquierdista. Zelaya conquistó el apoyo de muchos hondureños pobres subiendo el salario mínimo, bajando el precio en la gasolina y otorgando bonos a sectores de bajos ingresos. Según líderes empresariales, ese giro populista, unido a un discurso de lucha de clases, debilitó la confianza de los inversores y disparó la tensión social en el país más pobre de la región después de Haití y Nicaragua. "Su discurso era una copia del modelo venezolano", dijo Santiago Ruiz, de la federación hondureña de ganaderos y agricultores, cuyo sector representa casi un 30% de la pequeña economía centroamericana. Zelaya es un magnate maderero amante de los caballos, que suele llevar vistosos sombreros de vaquero y botas de montar. (Reuters)
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