La Escuela de Agricultura certificó la norma ISO de calidad educativa

La escuela de Agricultura y Sacarotecnia de la Universidad Nacional de Tucumán logró la certificación ISO 9001-2008 a la calidad educativa. Es una de las cinco escuelas en el país que fue seleccionada -de un total de 56 establecimientos- por el programa que impulsa la Fundación Bunge y Born. Se trata de un proyecto de Alfredo Hirsch para promover la educación agropecuaria.
El proyecto Hirsch considera que el desarrollo del país no sólo se asienta en la modernización con última tecnología de los sistemas de producción, "sino encarando el desafío de adaptar las escuelas agropecuarias a las exigencias de los nuevos tiempos", dijo Patricio Ferrario, coordinador del proyecto a nivel nacional, que opinó que la  certificación de calidad educativa es un hito en la historia de la educación agropecuaria en el país.
El jurado que seleccionó y calificó a las escuelas técnicoagropecuarias estuvo integrado por el ex ministro de Educación de la Nación, Juan José Llach, el vicedecano de la Facultad de Psicología y Educación de la UCA, Alfredo Van Gelderen, y Fernando Vilella, ex decano de la Facultad de Agronomía de la UBA. El programa fue lanzado hace dos años, y a partir de allí las escuelas capacitaron a sus líderes y docentes en Buenos Aires, y trabajaron sobre un manual de gestión y fue sometida a auditorías externas. Ayer, el rector de la UNT, Juan Alberto Cerisola, habilitó las obras, cumpliendo con las exigencias de la certificación.
El  director del establecimiento, Omar Grasso, dijo que se construyeron laboratorios y aulas para cada módulo de prácticas (lechería, cultivos, avicultura, apicultura, etcétera). "Se habilitaron servicios  sanitarios y vestidores para los alumnos y una sala de estudio y un lugar para descansar cuando se cubren guardias nocturnas", explicó. Dijo que la certificación se hace para toda la escuela, desde cómo se limpian los baños hasta cuántas horas de prácticas deben hacer los alumnos, pasando por la capacitación del no docente y de los docentes.
"El objetivo es mayor calidad y eficiencia en las competencias de nuestros egresados, y el título se revaloriza a nivel mundial, pues estamos a la altura de las mejores escuela agropecuaria del mundo", indicó. La certificación dura tres años, pero incluye auditorías anuales, realizadas por "Det Norske Veritas", una certificadora internacional con asiento en Oslo, Noruega, que fue contratada por la Fundación Bunge y Born para validar la certificación. La escuela de Agricultura aspira a obtener también la certificación de calidad  ambiental.