27 Junio 2009
Un avión de Austral que había despegado ayer desde el aeroparque metropolitano Jorge Newbery, y que debía llegar a Tucumán después del mediodía, sufrió un desperfecto minutos antes de aterrizar en Santiago del Estero, la única escala del viaje. Como consecuencia, durante algunas horas, quienes viajaban a Tucumán en el vuelo quedaron varados en el aeropuerto de la vecina provincia.
El jefe de la aeroestación de Santiago del Estero, José María Zárate, explicó a LA GACETA.com que la aeronave suele salir desde el aeroparque a las 11.10, aterriza en ese distrito alrededor de las 13 y allí levanta pasajeros hacia Tucumán (el horario de llegada previsto es a las 13.45) y hacia Buenos Aires, donde regresa finalmente. Sin embargo, ayer el desperfecto modificó el itinerario habitual.
"En el momento del descenso, las ruedas de la nariz del tren de aterrizaje no bajaban, por lo que el comandante debió realizar el procedimiento en forma manual", relató Zárate. Agregó que el aparato se mantuvo planeando sobre el aeropuerto durante unos 20 minutos mientras el piloto seguía las instrucciones de la torre de control para aterrizar.
"Cuando el avión descendió, se corroboró que tuviese desplegadas las ruedas. Afortunadamente, no hubo inconvenientes. La nave que sufrió el desperfecto quedó fuera de servicio y estará así hasta que sea revisada por un inspector. Otra máquina buscó al pasaje que iba en ella", manifestó el experto. Sin embargo, muchos de quienes venían a Tucumán, por temor o por urgencia, decidieron terminar el viaje en ómnibus.
El jefe de la aeroestación de Santiago del Estero, José María Zárate, explicó a LA GACETA.com que la aeronave suele salir desde el aeroparque a las 11.10, aterriza en ese distrito alrededor de las 13 y allí levanta pasajeros hacia Tucumán (el horario de llegada previsto es a las 13.45) y hacia Buenos Aires, donde regresa finalmente. Sin embargo, ayer el desperfecto modificó el itinerario habitual.
"En el momento del descenso, las ruedas de la nariz del tren de aterrizaje no bajaban, por lo que el comandante debió realizar el procedimiento en forma manual", relató Zárate. Agregó que el aparato se mantuvo planeando sobre el aeropuerto durante unos 20 minutos mientras el piloto seguía las instrucciones de la torre de control para aterrizar.
"Cuando el avión descendió, se corroboró que tuviese desplegadas las ruedas. Afortunadamente, no hubo inconvenientes. La nave que sufrió el desperfecto quedó fuera de servicio y estará así hasta que sea revisada por un inspector. Otra máquina buscó al pasaje que iba en ella", manifestó el experto. Sin embargo, muchos de quienes venían a Tucumán, por temor o por urgencia, decidieron terminar el viaje en ómnibus.