10 Junio 2009
PERMISOS. Grassi sólo podrá volver a su fundación acompañado por una persona y autorizado por la Justicia. REUTERS
BUENOS AIRES.- El sacerdote Julio César Grassi, que estaba a cargo de la fundación "Felices los niños", fue condenado hoy a 15 años de prisión por abuso sexual y corrupción de menores, pero continuará en libertad hasta que quede firme la sentencia. De todos modos, no podrá abandonar el país.
El Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Morón lo halló culpable de abuso sexual agravado de un menor que estaba asilado en su fundación y que, cuando el hecho ocurrió, a fines de 1996, tenía 13 años; por otro lado, el cura fue absuelto por otros dos casos en los que también había sido acusado.
Grassi podrá seguir visitando su fundación, aunque acompañado por una persona y con autorización de la Justicia. No fue habilitado, en cambio, a acercarse a los jóvenes denunciantes ni a otros chicos en lugares privados o a solas. El tribunal consideró que el delito se vio agravado por resultar sacerdote, encargado de la educación y de la guarda de la víctima.
Helado y amargado
Al salir de los tribunales, el sacerdote declaró que el de hoy fue un día muy triste y que está helado, atónito y amargado."Acá se intentó hacer algo salomónico y de eso no tuvo nada. Fue una injusticia, una trompada en el estómago que me deja sin aire. Esto es terrible, no lo esperaba en absoluto, pero voy a seguir trabajando como hasta ahora, pues soy víctima de una injusticia", enfatizó.
Tras conocerse la condena, seguidores de Grassi protagonizaron disturbios contra quienes aplaudían su condena. "El fallo, de 1.400 fojas, no es un triunfo pero está muy lejos de ser una derrota", consideró el fiscal Federico Nieva Woodgate, quien había pedido 30 años de prisión para el cura.
El y el fiscal Alejandro Varela se pronunciaron en contra de que Grassi permanezca en libertad. "Pedimos su detención ¿Quién nos va a garantizar que no se fugue? No comparto además que, condenado y con sentencia no firme, siga entrando a la fundación y teniendo contacto con los chicos", afirmó Varela.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo y titular del Comité por los Derechos del Niño, Estela de Carlotto, también cuestionó que Grassi no quede detenido. "Es un peligro ambulante. Quince años es una condena fuerte, a ver si agregamos un poco la condena social", declaró. (DPA-NA-DyN-Reuters)
El Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Morón lo halló culpable de abuso sexual agravado de un menor que estaba asilado en su fundación y que, cuando el hecho ocurrió, a fines de 1996, tenía 13 años; por otro lado, el cura fue absuelto por otros dos casos en los que también había sido acusado.
Grassi podrá seguir visitando su fundación, aunque acompañado por una persona y con autorización de la Justicia. No fue habilitado, en cambio, a acercarse a los jóvenes denunciantes ni a otros chicos en lugares privados o a solas. El tribunal consideró que el delito se vio agravado por resultar sacerdote, encargado de la educación y de la guarda de la víctima.
Helado y amargado
Al salir de los tribunales, el sacerdote declaró que el de hoy fue un día muy triste y que está helado, atónito y amargado."Acá se intentó hacer algo salomónico y de eso no tuvo nada. Fue una injusticia, una trompada en el estómago que me deja sin aire. Esto es terrible, no lo esperaba en absoluto, pero voy a seguir trabajando como hasta ahora, pues soy víctima de una injusticia", enfatizó.
Tras conocerse la condena, seguidores de Grassi protagonizaron disturbios contra quienes aplaudían su condena. "El fallo, de 1.400 fojas, no es un triunfo pero está muy lejos de ser una derrota", consideró el fiscal Federico Nieva Woodgate, quien había pedido 30 años de prisión para el cura.
El y el fiscal Alejandro Varela se pronunciaron en contra de que Grassi permanezca en libertad. "Pedimos su detención ¿Quién nos va a garantizar que no se fugue? No comparto además que, condenado y con sentencia no firme, siga entrando a la fundación y teniendo contacto con los chicos", afirmó Varela.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo y titular del Comité por los Derechos del Niño, Estela de Carlotto, también cuestionó que Grassi no quede detenido. "Es un peligro ambulante. Quince años es una condena fuerte, a ver si agregamos un poco la condena social", declaró. (DPA-NA-DyN-Reuters)
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