Revuelo por el reclamo de transición ordenada

BUENOS AIRES.- La discusión por la continuidad de la administración de Cristina Fernández de Kirchner tras las elecciones del 28 de junio sumó un nuevo capítulo, luego de que el gobernador Daniel Scioli acusó a Mauricio Macri de alarmar y preocupar a la gente. En ese contexto, ayer el jefe de Gobierno porteño insistió en que el kirchnerismo va a perder y van a surgir nuevos liderazgos.
El gobernador bonaerense salió al cruce de las declaraciones del mandatario porteño, le reclamó prudencia a Macri y pidió que la campaña electoral no se convierta en una tormenta de agravios.
El gobernador dijo que Macri especuló con un futuro próximo en el que no estén dadas las condiciones que necesitamos de consolidación institucional. Al respecto, Scioli pidió que, en cambio, se genere confianza y el marco para las inversiones. Lejos de salir de la controversia, Macri reiteró su vaticinio sobre el fin del kirchnerismo, y reclamó no dramatizar el corto futuro que le ve al oficialismo: "no va a pasar nada particular; va a haber que trabajar en conjunto para terminar el período del Gobierno".
Macri aprovechó una recorrida por el conurbano bonaerense para contestarle a Scioli, y le reprochó su participación como candidato en las elecciones legislativas. "No me parece que aquel que tiene la responsabilidad de conducir la Provincia esté abocado a hacer campaña, porque uno espera que el gobierno se dedique a resolver los problemas de la gente", criticó.
El líder opositor recibió el respaldo de su primer candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires, Francisco de Narváez, que se sumó al pedido de Macri y acusó a la Presidenta de haber instalado la idea de que en los comicios legislativos se pone en juego la estabilidad democrática. "Hay que ir construyendo una transición ordenada. A dos años de un cambio de gobierno es lo que hay que hacer en un país que no quiere más improvisaciones", afirmó.
Ayer, Macri y de Narváez caminaron por Lomas de Zamora. (NA)