“La no existencia de un orden de valores provoca violencia”

“La no existencia de un orden de valores provoca violencia”

El padre Ariel Busso advierte sobre una nueva apostasía. "Sus militantes quieren que Dios no influya en la vida social", señala.

PREOCUPADO. El sacerdote advierte sobre una crisis de valores.  GENTILEZA “LA NACION” PREOCUPADO. El sacerdote advierte sobre una crisis de valores. GENTILEZA “LA NACION”
19 Abril 2009

“La inseguridad está grabada por el deseo inmenso del hombre de tener el día a día en sus manos, de controlarlo todo. Y por otro lado, hay un sector de la sociedad que busca obtener cosas de cualquier forma. El temor de uno y la agresión del otro provocan la crispacion de la vida social. Aquí lo que está en juego es el orden, porque la paz es la tranquilidad en el orden. Entonces la no existencia de un orden de valores provoca violencia”, sostiene el padre Ariel Busso, al reflexionar sobre el mosaico de problemas sociales que aquejan hoy a la Argentina.
Doctor en Derecho Canónico y director del Instituto de Derecho Eclesiástico de la Pontificia Universidad Católica Argentina, el experto visitará Tucumán con motivo del ciclo de conferencias “Sapientia”, organizado por la fundación Humanitas. El vicepresidente del Tribunal Eclesiástico Nacional de Segunda Instancia y miembro de la Academia Nacional de Ciencias, disertará sobre “Luces de esperanza para una comunidad sensible”, el jueves a las 20.30, en el hotel Garden Park. También se referirá a “Crisis financiera: ¿valores en crisis o crisis de valores?” el viernes, a las 8.45, en el mismo lugar. Las conferencias son auspiciadas por LA GACETA.

Optimismo e ilusión
“En una época muy difícil de la vida social, la esperanza difiere del optimismo. Decía Bernard Shaw que el optimista es un tonto alegre, así como el pesimista es un tonto triste. La esperanza  provoca el gozo de la espera, como les ocurre a los enamorados. No es ilusión, que de suyo no es mala, pero puede estar provocada por quimeras. Confundir esperanza con ilusión trae desencanto. Los cristianos necesitamos claramente mostrar al mundo la presencia de esa esperanza que no defrauda. Nietzche decía: yo creería en el Dios de ustedes si tuvieran el rostro de salvados. A veces los cristianos mostramos un rostro de desencanto semejante a los que encontraron la tumba vacía”, reconoce en una conversación telefónica con LA GACETA
“La crisis pone en su lugar los valores porque sabemos donde está puesta la ilusión disfrazada de esperanza. Cuando las personas levantan altares a dioses que no son Dios sienten que no hay salida. Es la actitud del pesimista que pone el objeto de la esperanza en el desarrollo humano únicamente, por medio de la economía. Esta crisis en el fondo pone en el tapete la existencia de una crisis de valores”, concluye.
El padre Busso también se refirió a los nuevos apóstatas que piden la renuncia al bautismo. “La iglesia no está obligada a borrar los datos de los bautizados de sus registros, que son propiedad de la institución, pero ellos pueden dejar de practicar la religión si quieren”, contestó. Además diferenció a los ateos de los antiteístas. “El ateo es racionalista, es un náufrago de la vida que no nota huellas de paso sobre la arena. El antiteísta, en cambio, no quiere que Dios exista ni que influya en la vida social, por lo tanto habría que dudar de su falta de fe. Tiene un cadáver en su casa y no sabe  dónde ponerlo; no sabe qué hacer con un Dios muerto porque en realidad no sabe qué hacer con su propia vida”, sentencia.

 

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