Desprenderse del cacharro sentimental, no dejar agua en ningún tarro y colocar telas mosquiteras pasarán a ser cuestiones imprescindibles en los próximos años.
Según la doctora Antonia Lavenia, referente del programa de control de enfermedades transmitidas por vectores, del Siprosa, el dengue no es una enfermedad que está de visita en Tucumán y que cuando comience el frío se irá para siempre.
Asegura que, si bien tendremos un alivio los meses de invierno, los tucumanos deberemos acostumbrarnos a convivir con esta patología y a cambiar los hábitos que puedan favorecer a la reproducción del mosquito Aedes Aegypti.
- ¿Qué particularidades presenta el mosquito que transmite el dengue?
- El mosquito Aedes Aegypti es oscuro y tiene rayas blancas. Es un insecto muy hambriento. Si entra a una habitación con muchas personas es probable que pique a la mayoría para satisfacerse; no se conforma con un solo bocado. Además, a diferencia de otras especies, la mosquita Aedes (que es la que pica porque necesita la sangre para reproducirse) no siempre produce un zumbido.
- ¿Cómo es la picadura del Aedes Aegypti y en qué horario se produce?
- No todos los Aedes Aegyptis transmiten el dengue. Lo hacen sólo los que están infectados, o sea los que picaron a una persona enferma. Actualmente se realizan estudios para determinar si el huevo de una mosquita infectada nace con el virus o no. La picadura del Aedes no siempre se siente ni tampoco es seguro que deje pápula. El contagio se produce por inoculación; es decir el mosquito debe picar. Lo hace preferentemente al amanecer o al atardecer, aunque algunas investigaciones hablan de que también le atrae la luz artificial.
- ¿Por qué regresó con tanta fuerza una enfermedad que en los 60 prácticamente se había erradicado en América latina?
- Por varios factores. Antropológicamente hablando, hoy versus los años 50 hay una mayor movilización de gente, tanto aérea como terrestre, y hay más posibilidades de viajar a zonas endémicas. Además, hoy tenemos una mayor densidad poblacional que en otras épocas. A estos factores hay que sumarle la tropicalización del clima: tenemos cada vez temperaturas más altas y esto favorece a la supervivencia del mosquito. Además, sigue estando la presencia del vector: el Aedes se trata de un artrópodo que circula por todo el mundo; hay millones, es el ser viviente más numeroso.
- ¿Por qué si hay una unidad de control de vectores el problema excedió toda planificación?
- Sabíamos que había una epidemia cerca y estábamos trabajando con casos importados detectados en la provincia. Pero una cosa es la teoría y otra cosa es cuando la enfermedad está instalada. La situación está bajo control, pero deberemos seguir trabajando todo el año.