"El vecino tiene que involucrarse"

Aunque en Brasil avanza una investigación para crear una vacuna contra el dengue, lo más importante para afrontar la enfermedad es el compromiso del ciudadano. Así lo entiende Fernando Avellaneda, viceministro de Salud, quien visitó ayer LA GACETA para acompañar al ministro del área, Pablo Yedlin.
"La epidemia de dengue no se acaba con el frío. El desafío ahora está en que se instale en la población la tarea del descacharramiento todos los meses. El vecino tiene que involucrarse. Esto pone en juego el bien común", sostuvo.
Al ser consultado sobre las investigaciones que se están realizando sobre el dengue, insistió en que se está trabajando fuertemente en el tema. Destacó que el Conicet está detrás de la creación de un insecticida más efectivo. "Pero aquí no hay tecnología o vacuna que sirva más que el trabajo del ciudadano. La fumigación, por ejemplo, genera una tranquilidad psicológica y al mismo tiempo causa que el vecino se relaje y no actúe en el descacharramiento, que es lo importante", dijo.
Avellaneda aclaró que el dengue es una enfermedad que no tiene cura. "En casi la totalidad de los casos no es grave. Es más, ni siquiera pueden complicar a las personas que tienen males crónicos, como sí lo puede hacer la gripe. El 99,9% de los enfermos con dengue no requiere internación", precisó.