BUENOS AIRES.- El fiscal Alejandro Varela pidió ayer que se condene a 30 años de prisión al cura Julio César Grassi, bajo los cargos de abuso sexual agravado, corrupción de menores y amenazas. El fiscal le imputó al sacerdote 17 ataques perpetrados contra tres menores de edad, quienes asistían a la Fundación Felices Los Niños.
Al culminar su alegato ante el tribunal de Morón, que desde hace siete meses lleva adelante el proceso, el fiscal solicitó la inmediata detención del imputado. Varela afirmó: "Grassi vino acá a defenderse mintiendo. Su estrategia fue empiojar y ensuciar. Quedó demostrado que la Fundación era un descontrol donde menores dormían con adultos". “Los abusos existieron y el autor es Grassi", aseveró. En tanto, el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, recordó una fábula para describir el comportamiento del sacerdote. "El perro guardián del rebaño era el lobo que lo cuidaba para su provecho. Se ha probado la autoría del acusado se han dado por probados los 17 hechos y se dispuso la prisión preventiva efectiva", señaló Nieve Woodgate.
Antes del pedido de la pena, el tribunal hizo un cuarto intermedio porque, según dijeron los abogados querellantes, Grassi había protagonizado una discusión con sus defensores. Sin embargo, ante los periodistas, el sacerdote reiteró que es inocente y afirmó que su defensa va a demoler los argumentos del representante del Ministerio Público y confió en su absolución.
"Soy inocente y una persona inocente a la que le estén diciendo que le dan seis meses de prisión le duele, porque no cometí ninguno de los ilícitos y delitos que me están imputando", aseveró Grassi . "No tienen ninguna prueba para acreditar los casos de abuso”, dijo. "No veo otra cosa que la absolución, una persona inocente no ve otra cosa que la absolución", afirmó.
Los abogados querellantes Juan Pablo Gallego, Juan Carlos Calcagno y Sergio Piris expresaron su satisfacción por la pena solicitada por el fiscal para Grassi, al que calificaron de persona perversa, pedófilo, megalómano absoluto, cuya conducta durante estos siete años fue escandalosa. “Fue un alegato brillante donde no sólo se evaluó la gravedad del hecho sino también la multiplicidad”, señaló Calcagno.
Hasta octubre de 2002, el cura Grassi era reconocido por su trabajo al frente de la Fundación Felices los Niños, por su alta exposición en los medios y por el conflicto que lo tuvo como protagonista junto a Susana Giménez y la empresa Hard Comunication en relación con unos concursos en televisión que terminaron en un juicio.
Una emisión especial del programa Telenoche Investiga reveló una acusación por corrupción de menores contra Grassi que "dormía" en los Tribunales de Morón desde 2000. Además, dos jóvenes que habían estado bajo su cargo en la Fundación denunciaron ante las cámaras que habían sido abusados por el cura. A ellos, por ser menores se los identificó como "Gabriel" y "Ezequiel".
Grassi pasó un mes detenido en la DDI de Morón, hasta que la jueza de Garantías Mónica López Osornio lo benefició con un régimen de libertad morigerada. En 2006, se sumó un tercer denunciante: "Luis". (DyN-Télam-NA)