Los productores de arándanos enfrentarán una campaña compleja

El cultivo del arándano en la provincia de Tucumán tuvo un gran crecimiento por las perspectivas que, hasta hace tres años atrás, brindaba este berry en los mercados internacionales. Pero con la actual crisis mundial y la sobreoferta que hubo, esta buena perspectiva cayó abruptamente, afirmó el vicepresidente de Apratuc (Asociación de Productores de Arándanos de Tucumán), Francisco Estrada.
"La temporada pasada fue muy mala, en general, para todos los productores. Los retornos, en promedio, para la fruta entregada fueron muy bajos y dependieron de la proporción exportada en cada semana y de cada comercializadora, señaló el productor. "Este resultado implica una baja muy importante de los retornos", comentó.
El arándano es un cultivo de elevado costo de producción por los distintos insumos que requiere como plantas, plásticos, equipos de riego y una gran infraestructura de cosecha y poscosecha, pero principalmente por la mano de obra que se necesita para afrontar la cosecha y el empaque de la fruta.
Actualmente, y es lo que más le preocupa al sector, es que "se está dando un escenario de precios deprimidos por una baja de la demanda a nivel mundial", dijo. "Esto ha provocado que no sea viable cosechar gran parte de los kilogramos producidos en Tucumán", observó. Esto implica no sólo exponer a las empresas a una delicada situación financiera, sino que muchos puestos de trabajo quedarán marginados, advirtió.
Es importante destacar esto, ya que si se estima una producción de seis millones de kilos en la provincia para la próxima campaña. Los jornales en riesgo son unos 240.000, tomando como promedio que un cosechero logra cosechar de la planta unos 25 kilos, de promedio, por jornada laboral.
De continuar así los números no cerraran nunca, por lo que se está trabajando en otro método de cosecha para lograr que los rendimientos por cosechero no bajen de los 40 kilos por día, afirmó
Además durante la campaña pasada el sector sufrió un gravísimo golpe climático con la helada del 6 de septiembre previa al inicio de la cosecha. Esto provocó pérdidas de hasta el 100% de la producción en muchos casos, con lo que la cosecha se tornó complicada y cara. Estas bajas temperaturas también provocaron un retraso del inicio de cosecha, lo que implicó perder gran parte de la fruta de primicia -que es la más rentable- y por la que Tucumán se caracteriza y atrae a los mercados internacionales.
Los arandaneros destacaron la gestión del Gobierno para que se habiliten créditos del Banco Nación para invertir en sistemas de lucha contra helada y capital de trabajo. Sin embargo, señalaron que, en los hechos, no se materializó nada aún. "Si estos créditos no aparecen en forma inmediata, no se podrá proteger la fruta de este año y todo quedará a merced de estos eventos climáticos, arriesgando nuevamente la futura cosecha y los miles de puestos de trabajo genuinos", dijo preocupado.
El 2008 terminó con los resultados antes comentados que, en la mayoría de los casos, apenas cubren o no, los costos de cosecha y ni hablar del costo de mantenimiento de los campos, señalaron. Algunos campos muy productivos y eficientes apenas cubren los costos de mantenimiento, pero está claro que a este nivel de precios y de eficiencia de cosecha la rentabilidad es nula, y la posibilidad de recupero de la inversión también.