12 Febrero 2009
"Una de las características de Cristina Fernández de Kirchner es ser extremadamente impuntual". Con estas palabras inicia el diario español "El País" una de las dos notas que dedica al último día del viaje de la Presidenta a Madrid.
El matutino, cercano al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), resaltó en ambos artículos los múltiples retrasos de la Presidenta argentina durante los dos días que duró la visita. Entre ellos, la demora de 40 minutos para llegar a la cena de gala ofrecida por el rey Juan Carlos, según consigna el matutino porteño "La Nación".
"Finalmente, los continuos retrasos (inclusive, en la cena de gala que le ofrecieron los Reyes) alimentaron la sensación de desinterés que rodeó la visita, cuya duración se recortó, antes de empezar, de tres jornadas a dos", aseguró el diario. Según indica el periodista, Cristina pasó de puntillas por Madrid, ya que eludió reunirse en público con un grupo de empresarios. Optó, entonces, por recibir separadamente a directivos de empresas con fuertes intereses en el país.
Asimismo, "El País" destacó que el presidente del Congreso español, José Bono, tuvo que reacomodar rápidamente los micrófonos ya que la Presidenta decidió hablar sentada, en lugar de hacerlo de pie como lo había hecho Bono: "no por falta de respeto sino, seguramente, por falta de conciencia del carácter del acto: una sesión extraordinaria y solemne de las Cortes, reservada a los jefes de Estado de los países más amigos". Y agregó: "tampoco pareció reparar en la inoportunidad de defender el diálogo con los terroristas un día después de que ETA hiciera estallar un coche bomba". Además, resaltó que en las dos ruedas de prensa ofrecidas por la Presidenta en Madrid sólo aceptó dos preguntas.
El matutino, cercano al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), resaltó en ambos artículos los múltiples retrasos de la Presidenta argentina durante los dos días que duró la visita. Entre ellos, la demora de 40 minutos para llegar a la cena de gala ofrecida por el rey Juan Carlos, según consigna el matutino porteño "La Nación".
"Finalmente, los continuos retrasos (inclusive, en la cena de gala que le ofrecieron los Reyes) alimentaron la sensación de desinterés que rodeó la visita, cuya duración se recortó, antes de empezar, de tres jornadas a dos", aseguró el diario. Según indica el periodista, Cristina pasó de puntillas por Madrid, ya que eludió reunirse en público con un grupo de empresarios. Optó, entonces, por recibir separadamente a directivos de empresas con fuertes intereses en el país.
Asimismo, "El País" destacó que el presidente del Congreso español, José Bono, tuvo que reacomodar rápidamente los micrófonos ya que la Presidenta decidió hablar sentada, en lugar de hacerlo de pie como lo había hecho Bono: "no por falta de respeto sino, seguramente, por falta de conciencia del carácter del acto: una sesión extraordinaria y solemne de las Cortes, reservada a los jefes de Estado de los países más amigos". Y agregó: "tampoco pareció reparar en la inoportunidad de defender el diálogo con los terroristas un día después de que ETA hiciera estallar un coche bomba". Además, resaltó que en las dos ruedas de prensa ofrecidas por la Presidenta en Madrid sólo aceptó dos preguntas.
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