La alegría de 43 adolescentes de Aguilares que veranearon en Chapadmalal contrasta con el dolor de cabeza que ese viaje puede ocasionarle al intendente de la capital, Domingo Amaya. A la luz de los documentos a los que accedió LA GACETA, el pago del tour -contratado en forma directa- fue autorizado por una funcionaria municipal a la empresa que preside su esposo.
Todo comenzó en julio de 2008, cuando la Municipalidad organizó una nueva edición de la tradicional Maratón Independencia. Aquella vez se sortearon dos viajes entre las delegaciones escolares que participaron: uno a la costa atlántica y otro a Río Tercero (Córdoba). El primero favoreció a estudiantes del tercer año del Polimodal de la escuela Media y Técnica Nº 1 de Aguilares, quienes partieron a descansar el 22 de enero y regresaron el 29 de ese mes.
Lo llamativo es que, antes de la salida, el Departamento Ejecutivo autorizó la contratación directa de un ómnibus "semi charter" a Gregorio Elías Werchow, vicepresidente segundo de la Federación Económica de Tucumán, por $ 19.890. El expediente, avalado mediante decreto por el intendente y el secretario de Gobierno, Walter Berarducci, llegó a manos de la directora de Familia y Desarrollo Comunitario, Diana Mizrahi. La arquitecta, que es esposa del empresario favorecido, se hizo cargo de la Dirección de Deportes durante los primeros días de enero, tras el fallecimiento del titular del área, Vicente Vallejo.
Mizrahi, según consta en el Libramiento Interno de Pago 001 y en la Orden de Compra 001 de la Dirección de Deportes, autorizó con su firma y su sello el pago de contado de los servicios requeridos por el municipio a su marido.
Consultada por este diario, la funcionaria dijo que no tuvo intención de favorecer a Werchow. "Cuando se inició el expediente no estaba yo (en la repartición). Yo no tengo nada que ver, lo tuve que firmar porque venía el expediente en curso. No es que haya habido una intención; yo me opuse a firmar directamente porque no correspondía que, siendo directora, justamente hayan elegido a mi empresa (sic). Quien le haya hecho llegar eso tiene mala intención", sostuvo. Cuando se le detalló que su firma figura en los documentos, Mizrahi respondió: "está mi firma porque me llegó el expediente. No quería firmar; pero bueno, yo le pedí al secretario de Gobierno que él lo hiciera. Capaz que me hicieron firmar y no me dí cuenta, pero todo lo hizo el secretario de Gobierno".
El titular de esa cartera, en tanto, deslindó de responsabilidades a Mizrahi. En consonancia con lo expresado por la directora, Berarducci relató que el expediente en cuestión se inició mucho antes, pero que la disponibilidad de utilizar los complejos de Chapadmalal llegó, vía fax desde Turismo de la Nación, un par de días antes de la partida. "Por eso se hizo la contratación directa. La ley nos permite contratar mediante decreto, cuando hay una urgencia, hasta $ 30.000 sin licitación. Ella (en alusión a Mizrahi) firmó la orden de compra y el libramiento porque, administrativamente, le correspondía. Los fondos imputados son de su repartición", dijo.
Luego, reforzó la defensa de la funcionaria: "ni siquiera subdirector tiene esa repartición como para que delegara en él la firma de los libramientos".