Dos niñas y una suegra alterarán la rutina de la nueva Casa Blanca

Dos niñas y una suegra alterarán la rutina de la nueva Casa Blanca

La llegada de la madre de Michelle Obama a la residencia oficial provocó chistes en la opinión pública de EEUU. Los "pijamas parties" de Malia y Sasha.

CON LA MADRE POLITICA. Obama será el primero en llevar una suegra a la Casa Blanca desde Harry Truman. FOTO TOMADA DE HUFFINGTONPOST.COM CON LA MADRE POLITICA. Obama será el primero en llevar una suegra a la Casa Blanca desde Harry Truman. FOTO TOMADA DE HUFFINGTONPOST.COM
20 Enero 2009
WASHINGTON, Estados Unidos.- El anuncio dio pie a los chistes más ingeniosos. "Si la suegra de Barack Obama va a vivir con ellos, entonces no es cierto, como prometió, que durante su administración se acabará la tortura", deslizó un comediante. "Se están cumpliendo las profecías: en los primeros meses, el presidente será agredido por fuerzas hostiles", agregó otro.

La llegada a la Casa Blanca de Marian Robinson, la mamá de Michelle Obama, demuestra que la transformación que impulsa el primer mandatario negro de Estados Unidos empieza por su propia casa. Después de todo, el último que se había animado a convivir con una suegra en la residencia gubernamental fue Harry Truman, cuya presidencia culminó en 1953.

A Obama, sin embargo, no parecen preocuparle las burlas. Según reprodujo el diario porteño "La Nación", el jefe de Estado mantiene una excelente relación con su madre política que, a sus 71 años, renunció a su empleo de secretaria ejecutiva para hacerse cargo de sus nietas Malia y Sasha, y ayudarlas a adaptarse al nuevo hogar.

"Es importante que ella esté cerca para darles estabilidad a las niñas cuando estemos de viaje o tengamos compromisos oficiales", explicó la primera dama.

Acorde a su edad
Robinson no es la única que llevará frescura a la mansión. Las hijas de Obama serán las primeras niñas en residir en la Casa Blanca después de Amy Carter, la hija de 9 años de Jimmy Carter.

Malia, de 10 años, anunció que ya tiene planeado decorar las paredes de su cuarto con pósteres de sus cantantes favoritos y que desea continuar con los "pijamas parties" que organiza en cada cumpleaños.

Sus padres insisten en que harán todo lo posible para que las niñas mantengan una vida acorde a su edad y les aclararon que no todo será comodidad en la casa, en la que unas 100 personas estarán a su servicio. "Las chicas seguirán haciendo sus camas y ordenando sus cuartos como lo hacen desde que tienen cuatro años", advirtió Michelle. (Especial)

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