30 Noviembre 2008
"Las muertes por sida descendieron más de un 80% en Tucumán. En 1999, el año que se implementó la terapia antirretoviral de alta efectividad, hubo 40 casos mortales reportados y en 2007 sólo se registraron 13. Este año creció el número de infectados con VIH y descendió la cifra de personas con sida. Lo cual es bueno. Ello ratifica que en la actualidad, con tratamientos, el VIH es una infección crónica", dijo a LA GACETA, Claudia Lucena, directora de la Unidad Coordinadora y Ejecutora de VIH-sida y de Infecciones de Transmisión Sexual del Ministerio de Salud Pública de la provincia.
"Es mucho lo que se avanzó en tratamientos y medicación de esta epidemia mundial. A tal punto que la mayoría de las personas con VIH no desarrollan el sida y los que padecen sida pueden recuperar sus defensa y volver a tener VIH", puntualizó la doctora Lucena.
"En nuestra cultura, la sexualidad es un tema dificil de conversar tanto para los profesionales de la salud como para la población que atendemos. Por eso es importante el trabajo cara a cara que realizamos con los pacientes. También es fundamental que se priorice la enseñanza de la educación sexual en las escuelas y colegios. El preservativo es el único método que previene el VIH y otras infecciones de transmisión sexual. Asimismo evita embarazos no deseados", indicó la psicóloga Adriana Casal, del equipo interdisciplinario de esa unidad asistencial.
Prevenir es curar
"Las personas actúan acorde con lo que saben y también a lo que creen o sienten. Aunque sepan que deben usar preservativo, les da vergüenza, y que les conviene hacerse el análisis del VIH pero sienten miedo. Por eso hoy se distribuyen preservativos gratis y se realizan los test gratuitos. Vale la pena hacer el esfuerzo para conseguirlos, protegerse y también para efectuarse el análisis", agregó la médica titular de la Unidad Coordinadora ubicada en la avenida República del Líbano 950.
El primer caso de sida en Tucumán se registró en 1987 en el hospital Padilla. "Aunque podría haber otro con anterioridad, pero no está constatado", aclaró la doctora Lucena. "Las mayores tasas de sida -agregó- se observa en varones de entre 35 y 37 años de edad y de VIH en personas de 27 años, aunque ahora descendió a 23 años. También se están detectando casos de mayores de 50 años".
"Vencer los prejuicios y el miedo, luchar para erradicar la discriminación hacia el afectado con VIH-sida es una ardua tarea que aun queda por hacer", indicó la licenciada Casal.
Al respecto, Mechi de 35 años, contó que tener VIH fue un martirio y un exilio para ella. "Al principio nadie sabía. Pero cometí el desliza de contarle a una mala amiga. Un día llegué a mi trabajo y la directora me dijo que tomara licencia para gestionar un traslado o buscar otro empleo. Ese tiempo fue muy duro nadie quería acercárseme. Pensaban que podía contagiarlos. Pero después comprendí que nada sabían de esta enfermedad y por eso ya no me ofendo, los comprendo", enfatizó la mujer que se infectó con VIH en una transfusión de sangre que le hiceron, luego de que sufriera un accidente automovilístico.
En cambio, Ricardo, de 37 años, dice que no fue discriminado porque casi nadie sabe que adquirió el virus. "Sólo conocen mi situación el jefe de mi ex trabajo, mi hermana, mi mejor amigo y mi pareja". Ricardo contrajo el virus hace un año y medio, contó que "la medicación que tomo desde febrero me tira abajo. En los primeros meses tenía una sensación como de estar borracho, con fiebre y vómitos incluidos. Ahora los efectos son más leves".
"Como tengo las defensas bajas -continuó- cualquier virus me afecta mucho más que a alguien que está sano. Además, hay pastillas que me hacen bien por un lado, pero por otro me provocan una suba del colesterol".
Ricardo, que por el efecto que le producían los medicamentos dejó su empleo de portero, trabaja por cuenta propia. No obstante ello, explicó: "mi obra social me provee los remedios. En cambio, vi personas llorando en los hospitales públicos porque no tienen la medicación, que es muy costosa. Y si un día no tomás los remedios, el virus se fortalece".
"Hay gente con HIV que piensa que la contagiaron a propósito y tira el virus por todas partes. Además, tienen relaciones con cualquiera. Eso es condenable", se enoja.
El sida se convirtió en todo el mundo, y por consiguiente también en la Argentina, "en una epidemia cada vez más femenina, cada vez más joven y cada vez más pobre", advirtió el presidente y director científico de la Fundación Huésped, Pedro Cahn. El especialista, que además fue presidente de la Sociedad Internacional de Sida, subrayó que las estadísticas mundiales indican que cada vez hay más mujeres infectadas con el VIH, al tiempo que se registra un notorio aumento de casos de contagio por transmisión heterosexual.
También remarcó que sólo el 31% de los afectados está incluido en los tratamientos vigentes.
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