"Pensé que íbamos a morir y empecé a rezar"
Un avión de Andes que llegaba desde Buenos Aires tuvo problemas con los frenos y quedó varado en la pista, aunque no hubo heridos. Fue sólo un susto y no hubo heridos. Un desperfecto en el tren de aterrizaje generó rozamientos y chispas. Un vuelo fue cancelado. Ver video.
En medio de la oscuridad, cientos de chispas iluminaron la pista del Aeropuerto Internacional Benjamín Matienzo. cuando un avión de Andes Líneas Aéreas aterrizó en forma accidentada. "Pensé que nos íbamos a morir. Era la segunda vez que viajaba en avión. El aterrizaje fue muy brusco y me asusté tanto que sólo atiné a abrazarlo a mi marido, que viajaba al lado mío, y empecé a rezar", contó Marisa Pacheco, con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos.
Ella y los otros 68 pasajeros que viajaron desde Buenos Aires hacia Tucumán en el MD 83 de Andes, tuvieron que descender del avión en medio de la pista de aterrizaje. Desde allí fueron trasladados hasta la estación en vehículos que aportó la aerolínea.
A las 20.45, los pilotos de la nave se comunicaron con la torre de control de la aeroestación. "Tenemos problemas técnicos. Vamos a necesitar ayuda para aterrizar", informaron. A las 21.05, la nave realizó un aterrizaje brusco ya que los frenos no funcionaban correctamente y quedó varada en medio de la pista. A causa de esto, el último vuelo de Aerolíneas Argentinas fue cancelado y el aeropuerto quedó fuera de servicio.
En el momento de tocar la pista, el sistema sufrió un desperfecto que frenó las gomas. Cuando el avión aterriza, se abre una compuerta que deja salir el tren delantero, y luego se retrae. Este último proceso no ocurrió y por lo tanto las gomas quedaron frenadas. "Al quedar abiertas las compuertas y rozar con el suelo, empezaron a saltar chispas", detalló el jefe de turno del aeropuerto, Gabriel Gerez.
"Cuando vi que se acercaban camiones a la zona donde estaba estacionado el avión, me di cuenta de que algo estaba mal. Unos segundos después, nos informaron que habían tenido problemas con los frenos de la nave", relató Elsa Schuster.
Espera y bronca
Unos minutos después de las 21, los pasajeros del vuelo 1.485 de Aerolíneas Argentinas, que ya habían abordado el avión, tuvieron que abandonarlo.
La nave había llegado demorada a Tucumán a causa de los desperfectos en uno de los radares de control de tráfico aéreo de Aeroparque Jorge Newbery, en Capital Federal. "Si hubiera despegado de Tucumán a la hora programada, ahora no estaríamos varados", se quejó Alejandra Gómez. Ella y el resto de los pasajeros que debían volar anoche hacia Buenos Aires, comenzaron a silbar y a aplaudir frente al mostrador de Aerolíneas, demandando una respuesta. "A las 21 nos dijeron que debíamos esperar dos horas. A las 23 nos dicen que sigamos esperando y nadie da la cara por la empresa", protestó Mauro Tomas. Cerca de la medianoche, personal de la aerolínea informó que el servicio había sido cancelado y que la empresa cubriría los gastos de una noche de alojamiento y del traslado.
Anoche, el aeropuerto permanecía fuera de servicio ya que los técnicos . Gerez informó que personal de la aeroestación trabajó para garantizar que el primer vuelo de la mañana aterrice sin inconvenientes.
Las chispas que se habían encendido cuando aterrizó el avión se apagaron en pocos minutos. La bronca que encendió la cancelación del vuelo, en cambio, permaneció encendida hasta la medianoche.