17 Noviembre 2008
El imaginario social asocia frecuentemente la mentira con el quehacer político. ¿Por qué se miente tanto en la política argentina? y, consecuentemente, ¿por qué la sociedad es tan tolerante con el engaño? son las preguntas más usuales en torno del tema. Así, por ejemplo, en nombre del pragmatismo, lo que ayer se escribió con la mano hoy se borra con el codo. "Los sofistas exaltaron la apariencia por encima de la verdad y Maquiavelo propuso que el político apele a cualquier medio para defender el Estado", reflexiona el filósofo tucumano Roberto Rojo, sobre una consulta de LA GACETA.
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