"Gerry McCann escondió el cadáver de Madeleine en la playa"

MADRID, España/PRAIA DA LUZ, Portugal.- Su libro "Esquillo", que se presentará oficialmente el 9 de setiembre y que relata la historia de la desaparición de la niña británica Madeleine McCann, ha vendido 120.000 copias en dos semanas, un récord en Portugal. Gonçalo Amaral, cabeza visible de una investigación que tuvo en vilo a miles de personas, contó por qué sigue insistiendo en que fueron los padres, Kate y Gerry, los responsables del hecho.

En una entrevista publicada hoy por el diario "El Mundo", de España, el inspector destituido sostuvo que la pareja oculta la verdad. Cuando se le preguntó cuáles son los puntos que implican a los McCann en la desaparición, Amaral contestó: "la madre dijo que la ventana de la habitación estaba abierta cuando vio que la niña faltaba. No es cierto, la ventana estaba cerrada y es imposible que la pequeña saliera por allí".

El detective insistió en ese punto porque -según dijo- ahí se encontraron huellas de Kate. "Ella aseguró que no había tocado nunca esa ventana, y la chica que limpiaba afirmó que había limpiado el día anterior. Y encima dice que la ventana estaba abierta cuando estaba cerrada... no cuadra".

"Otro indicio que inculpa al matrimonio son las incongruencias en las declaraciones de los testigos. Los que cenaron con los McCann aquella noche, sus amigos, inventaron la historia del sistema de vigilancia de los niños. ¿Por qué? Son muchos detalles los que llevan a pensar en la culpabilidad de los padres", añadió.

Por otra parte, el detective dijo que no cree que los McCann hayan asesinado a su hija. "Probablemente pudo haber un accidente con el Calpol (un somnífero). Nosotros nunca tuvimos acceso a la ficha clínica de la menor, así que no podemos saber si estaba sana o no. Sólo podemos especular. Hay muchos detalles raros". Finalmente, el detective deslizó la posibilidad de que, tras encontrar el cuerpo de la niña, "Gerry McCann escondió el cadáver de Madeleine en la playa".

La entrevista apareció en el periódico español un día después de que el diario portugués "Expresso" publicara la primera nota concedida por los McCann tras el archivo del proceso de investigación. "Si nos fijáramos en todo lo que publicaban los medios, por supuesto que teníamos miedo a que nos arrestaran. Ha sido una situación horrible para nosotros", dijeron los cónyuges.

En la nota con el semanario portugués, la pareja criticó también a Amaral. "Sinceramente, no sé si Maddie está viva o no, o si alguien la ha escondido. No hay ninguna prueba", dijo el padre de la niña.

La historia
Todo comenzó cuando Kate y Gerry, acompañados por sus hijos Madeleine, de tres años, y los gemelos Sean y Amelia, de dos, decidieron disfrutar de sus vacaciones en el Algarve. La familia se instaló el 28 de abril del año pasado en uno de los departamentos en el Ocean Club, un balneario pequeño integrado por varios edificios de dos o tres pisos que están pegados uno al lado del otro.

Cinco días después de su arribo, los McCann fueron a cenar junto con otros dos matrimonios y dejaron a sus hijos durmiendo sin compañía. Según lo que relataron, cuando regresaron descubrieron que Maddie no estaba en la habitación y entonces se desató la frenética búsqueda.

Al no obtener los resultados esperados, el 18 de mayo la pareja realizó un llamado desesperado a toda Europa, y de allí se retransmitió a todo el mundo. A partir de esa fecha, la operación creció en volumen y en publicidad. Más de 1.000 policías y más de 100 voluntarios; barcos, helicópteros, la Interpol, la policía inglesa y especialistas británicos en secuestros se dieron cita en Praia da Luz.

A la invasión de investigadores se sumó la de los periodistas que, en pocos días, llegaron a ser más de 200. Y fue obvio que eso ocurriera, ya que los desgarradores pedidos de los McCann atrajeron a los medios.

Los padres de Madeleine, especialmente Gerry, decidieron no llorarla y comenzaron con una campaña internacional para poder ubicarla. Contrataron a asesores de prensa y captaron la atención de grandes personalidades. Desde los futbolistas David Beckham y Cristiano Ronaldo, pasando por los más influyentes colaboradores del presidente norteamericano George Bush, el primer ministro inglés, Gordon Brown, J.K. Rowling, la autora de la saga "Harry Potter", y hasta el mismísimo papa Benedicto XVI se sumaron a la campaña.

El operativo llegó a todo el mundo. Hoy se pueden ver en internet más de 200 videos vinculados a la desaparición de la niña. Más de 50 millones de personas visitaron el sitio findmadeleine.com en sus primeras 48 horas de existencia. Y otros tantos han visitado el canal de You Tube "Don?t forget about me", dedicado a Madeleine y a otros niños desaparecidos.

Semejante exposición tuvo su precio. El matrimonio fue cuestionado por haber ido a cenar dejando solos a sus hijos la noche de la presunta desaparición. Ellos respondieron a las críticas con firmeza. "Son comentarios dolorosos y ayudan muy poco", protestó Kate.

Al cumplirse los 100 días de la desaparición de la niña, los investigadores descartaron la teoría del secuestro y empezaron el trabajo desde cero. Requisaron una vez más el departamento donde fue vista por última vez "Maddie". Allí descubrieron sedantes y comenzaron a sospechar de los padres.

Con la ayuda de dos perros, transformaron las sospechas en indicios. Descubrieron rastros de sangre y pelos, primero en el departamento y después en el automóvil que alquilaron 25 días después de la desaparición de la niña.

Con estos elementos en su poder, los pesquisas portugueses elaboraron una hipótesis que estremeció al mundo entero: Madeleine habría muerto como consecuencia de una sobredosis de calmantes y sus padres habrían hecho desaparecer el cuerpo. En los últimos meses, esa teoría fue descartada por falta de evidencias y los padres dejaron de ser sospechosos. Luego, el caso se archivó debido a falta de evidencia. (Reuters-Especial)