Esta noche a las 21, en la sala La Gloriosa (San Luis 806), se estrenará este show que propone mirar al tango desde la danza, la magia, la acrobacia aérea, teatro y murga.
La propuesta es del grupo Nemósine, que así, por primera vez armó un espectáculo que integra las diferentes disciplinas artísticas con las que viene trabajando desde hace varios años.
"Yo bailo tango desde hace seis años, y cuando preparábamos un espectáculo era o en clave de sainete teatral, o con música y baile, abordando diferentes estilos. Ahora cruzamos diferentes lenguajes de manera experimental", explica Natalia.
La bailarina cuenta que en los últimos tiempos habían hecho algunas performances fusionando disciplinas artísticas. Decidieron formalizar este trabajo para presentarlo en el Festival Cambalache, un encuentro de danza teatro orientado al tango, que llegará en noviembre a su sexta edición.
Armar el espectáculo, cuenta su directora, no fue nada fácil. "La idea fue integrar distintos elementos de manera natural, dejando que fluyan dentro de un lenguaje marcado por el tango, uniendo vivencias y sonidos", asegura.
Junto a Natalia bailan Ana Díaz, Guadalupe Romero, Celeste Ruiz Holgado, Maximiliano Cesarini, Alberto Germanó, Gerónimo Tapia y Hugo Zerdán. La música en vivo será aportada por la flautista Silvina Quiroga y La Murga de las Manos, del centro de trabajo popular Mate Cocido.
Los ocho bailarines, según cuenta Natalia, viven en la filosofía del tango. "Cuando salimos los fines de semana vamos a la milonga, no al boliche, y compartimos muchos con gente de la vieja guardia del tango, peor también con la nueva", explica.
Sin contradicciones
Para ella no hay contradicciones en la incorporación al tango de elementos que se supone que no tienen relación con la tradición canyengue. "Me pasa como profesora, que llegan chicos pidiendo bailar tango electrónico, y al tiempo descubren el tradicional y se enamoran más todavía. Estas son las cosas que mantienen vivo al tango, que le dan vida y alegría", se entusiasma. Uno de los elementos "poco convencionales" está dado por la presencia de un mago-bailarín, que hará sus trucos al ritmo del 2x4, usando íconos de la cultura tanguera.
La música que eligieron es casi toda contemporánea, especialmente del compositor Omar Gianmarco. "Buscamos sonidos de todas las tendencias del tango, y buscamos mostrar el origen marginal recurriendo a sonidos diferentes pero de la misma raíz, como la murga y el hip hop", señala la directora, que también hace teatro y acrobacia aérea.
La idea, dice Natalia, es desacartonar el tango. "No queremos montar un espectáculo que repita las vivencias del conventillo de principios del siglo pasado, sino ver cómo se vive el tango ahora", señala finalmente.
El espectáculo subirá a escena hoy, y tendrá un receso hasta octubre, cuando se repondrá antes de la participación del grupo en el Festival Cambalache (en Buenos Aires), que en sus seis ediciones nunca tuvo elencos tucumanos en competencia.