Es más fácil hacer un museo que ponerlo en marcha y mantenerlo

"Lo más caro de un museo no es la construcción del edificio; sino ponerlo en marcha", afirma Elaine Heumann Gurian, una experta estadounidense que ha tenido responsabilidades en el armado de museos de la talla del famoso Museo del Holocausto, en Washington, y del Smithsonian, entre muchos otros. Con otro experto, el argentino Américo Castilla, el especialista dictará hoy en Tucumán un seminario sobre "Nuevos públicos, nuevos museos", organizado por el Ente Cultural, la Fundación TYPA (Teoría y Práctica de las Artes); la Embajada de Estados Unidos; la Fundación Fulbright, de Argentina, el Colegio de Arquitectos de Tucumán, el Centro de Arte Contemporáneo "La Baulera" de Tucumán y la Caja Popular de Ahorros.
A propósito, en el seminario que dictarán hoy, se analizará un proyecto de "La baulera" para montar un museo de arte contemporáneo en las instalaciones de la vieja usina de la ex Agua y Energía de la avenida Sarmiento.
La experta, que ayer visitó LA GACETA en compañía de Castilla, del presidente del Ente de Cultura, Mauricio Guzman, y de Jorge Gutiérrez, afirmó que una de las claves para construir nuevos públicos consiste en "escuchar qué es lo que le interesa al público, y en buscar estrategias de bienvenida".
"Una de esas estrategias consiste en tener conciencia de que la gente entiende que es algo valioso para los niños, y que van a ir al museo con sus chicos: el museo tiene más un valor educativo que de entretenimiento. Si tomas todos los museos, zoológicos y demás lugares de entretenimiento educativo, en los Estados Unidos tienen tanto o más niveles de audiencia que los deportes", afirmó.

-¿Eso responde a una política educativa sostenible?
- La respuesta es muy compleja. Los museos y las escuelas, en general, trabajan en conjunto. Pero me interesa más ese aspecto de ver como público a la familia, qué hace con su tiempo libre. Porque la escuela no es el tiempo libre.

-¿Cómo trabajar ese tiempo libre?
- Las estrategias de bienvenida tienen que ver con qué es lo que se les está mostrando, cómo se los saluda cuando llegan; cuál es el lenguaje que se usa en las etiquetas, si hay interacción, si hay algo que ellos puedan ver que es beneficioso para ellos. Cuando se ve la diversidad de públicos, el zoológico es el que muestra más diversidad. Y el que muestra menos diversidad es el museo de arte.

-¿Cómo hacer para que se sumen nuevos públicos?
- Es la tarea mas difícil. Ir a un museo de arte implica tener un comportamiento aprendido. Y depende de la motivación que use el museo. Si quieres que vayan las familias a un museo de arte, tienes que cambiar tus estrategias: interacción, arte que sea entendible, algo que para la gente tenga interés personal. Y el arte contemporáneo es el más difícil de todos. Hay que empezar reconociendo que no porque haya gente a la que le guste el arte contemporáneo, a todos debería interesarles. Pero ello no implica que no tengamos arte contemporáneo. Y para que la gente se interese en él, hay que inventar estrategias.

- Pero esos son los lenguajes que vienen...
- Así es.

-¿Ya ha visto museos de Tucumán?
- He visto sólo un museo funcionando, y dos edificios vacíos. Es la cuarta vez que vengo a Argentina, y he encontrado gente muy amable, inteligente y con buenas ideas. Sobre los edificios que he visto hoy (el ex edificio de Rentas y el ex Banco Provincia), todo el mundo es consciente de la oportunidad que ofrecen esos espacios. Pero ninguna opción va a ser barata. En cuanto al Timoteo Navarro, he quedado muy impresionada con él. Me ha gustado mucho. A un edificio histórico tan lindo como ese hay que cuidarlo; hay que hacer que tanto el edificio como las obras que están allí, brillen. He visto que están haciendo un muy buen trabajo allí.