Los “narcos” brasileños entrenan niños con tácticas guerrilleras

Río de Janeiro.- Las organizaciones de narcotraficantes de Río de Janeiro, con apoyo de policías y militares corruptos, enseñan tácticas de guerrilla y uso de armas a niños y adolescentes de las favelas (villas de emergencia), según un informe de servicios de inteligencia brasileños.
La novedad está incluida en un informe de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) y por la Coordinadora de Seguridad e Inteligencia del Gobierno de Río de Janeiro (CSINT), divulgado ayer por el diario “O Globo”.
Según el informe, los narcotraficantes someten a niños a partir de 11 años a entrenamiento guerrillero en las zonas de bosques ubicadas en los morros donde se encuentran las favelas.
Los “narcos” ofrecen 300 reales (casi 200 dólares) por semana para que adolescentes ingresen al Ejército o a la Marina como conscriptos y se conviertan en paracaidistas o infantes de marina, para luego transferir sus conocimientos a las organizaciones de “narcos”.

Ocho focos detectados
El sistema establecido por los “narcos” fue detectado en ocho favelas, entre ellas Rocinha (en el barrio de Sao Conrado), Pavao-Pavaozinho (en Copacabana), Cantagalo (en Ipanema) y Babilonia (en Leme), dominadas por los grupos rivales Comando Vermelho (Comando Rojo) y Amigos de los Amigos (ADA).
La ABIN sostiene que en esos lugares detectó trincheras, trampas y escondites en medio de basurales que son utilizados por los “narcos” para sus combates contra la Policía y contra las organizaciones rivales.
“Estamos en una sociedad en la que el tráfico de drogas es el principal atractivo para la juventud para poder recibir 800 dólares por mes”, dijo el coordinador del CSINT, Alexandre Azevedo.

Ascensos en la organización
Ex oficiales de la brigada de paracaidistas del Ejército entrenan a los adolescentes del narcotráfico a cambio de 4.000 dólares mensuales, según el informe de la ABIN, que cita casos de 2002.
Para ser un “soldado” entrenado del narcotráfico, según contaron dos desertores a “O Globo”, un niño debe pasar por toda la jerarquía del tráfico de drogas.
Hay que ser sucesivamente “cohetero” (responsable de lanzar fuegos artificiales anunciando la llegada policial), “avión” (transportador de drogas), “carguero” (lleva la droga a la favela para ser vendida) y “vapor” (vendedor minorista de droga). “Después de ser todo eso hice el curso de guerrilla y me ascendieron a gerente”, dijo un joven identificado como “K”, quien explicó que el entrenamiento incluye subir un cerro con un fusil AR-15 y ganar confianza para someterse a situaciones de tortura psicológica en caso de ser capturado por la policía o por un grupo “narco” rival. (Telam)