15 Julio 2008
Marketing policial
Yerba Buena tiene un nivel de policías por habitantes parecido a Estados Unidos o Alemania. Pero no se sabe si esto va a garantizar mejoras en la seguridad pública. Por Roberto Delgado - Prosecretario de Redacción.
¿Cuántos policías hacen falta para alcanzar un nivel de seguridad ideal? Esta pregunta inquieta a los jefes de la fuerza, que apostaron a un programa que llene de efectivos aquellos sitios donde el delito genera más inquietud. Ayer se dieron a conocer algunas cifras de esta apuesta: Yerba Buena, la ciudad que más ha crecido en los últimos años y que se está convirtiendo en un boom comercial y residencial, tiene más policías, en promedio, que el resto de la provincia: un agente cada 320 vecinos, mientras que en Alberdi o en Aguilares hay uno cada 1.125 personas, y en la capital, uno cada 562 habitantes.
Yerba Buena alcanzó un sitio de privilegio. Llegó al nivel estándar de policías por habitantes, parecido al de EEUU, Alemania o España, aunque por ahora está lejos del nivel de Mendoza, que tiene 4,7 policías cada 1.000 habitantes (de acuerdo con un informe de la Fundación Mediterránea). El subjefe de Policía, comisario Nicolás Barrera, afirma que se planificó la estrategia sobre la base de estudios realizados y que el programa de Patrulla Motorizada (calificado por el jefe, Hugo Sánchez, como el mayor éxito de la fuerza en muchos años) se extenderá en breve a Tafí Viejo, Las Talitas, Los Pocitos, Villa Mariano Moreno, Alderetes, Banda del Río Salí, Lules y San Pablo.
La estrategia no es mala, pero aún no se puede saber si es efectiva. Se sabe que hay más detenciones. Pero no se conoce que haya disminuido el delito. Sí se puede decir que responde a un fuerte sentido del marketing. Así como cuando nació la Patrulla Urbana se dio prioridad al centro para poner a los agentes de a pie, ahora se pone el énfasis en la Ciudad Jardín, donde la queja puede hacerse sentir fuerte sobre las espaldas de los comisarios. En el informe sobre cantidad de policías en Yerba Buena no se tuvo en cuenta las cifras de las custodias privadas, que seguramente es muy superior en la Ciudad Jardín respecto de los barrios de la periferia de San Miguel de Tucumán o de otras ciudades de la provincia. El marketing policial, como el blanqueo de edificios en la plaza Independencia antes de la Cumbre del Mercosur, bien puede servir para ayudar a crear una imagen positiva y también a disuadir a muchos delincuentes ocasionales. De hecho, los vecinos opinan que si bien hay mejoras, advierten que sigue habiendo robos y asaltos. Citan a sectores interiores de Yerba Buena, como el barrio Telefónico, donde la gente dice que no puede dejar los autos en la calle por temor a los "pasacinteros".
¿Alcanzará con el marketing? Los jefes creen que sí. El concepto de prevención se confunde con el de reacción: apuestan no tanto a que los agentes sepan lo que pasa en el barrio por contacto con el vecino, sino a que circulen en motos y respondan lo antes posible a la llamada de las víctimas de robos o asaltos. Esta estrategia, sustentada sobre el criterio de gasto constante en vehículos, puede sostenerse mientras haya dinero para mantenimiento y cambio de equipos y vehículos. Y mientras siga renovándose la fuerza con policías jóvenes ansiosos de entrar al esquema de seguridad y no sean fagocitados por la burocracia. En la provincia trabajan cada día unos 2.500 agentes. Los otros 5.500 están de descanso o son absorbidos por la burocracia.
Habrá que ver si cuando se amplíe el programa hacia zonas (como barrio Echeverría, Villa 9 de Julio u otros sectores de la periferia capitalina) donde reina la inseguridad, realmente mejoran los niveles de inseguridad. Esas son zonas donde hubo Patrulla Urbana y se la dejó de lado para iniciar nuevos planes como el de la Policía Motorizada.
Sería bueno comenzar a hacer estadísticas serias y un control adecuado e independiente de la tarea policial, a fin de que se pueda establecer parámetros de eficiencia. Más allá del marketing.
Yerba Buena alcanzó un sitio de privilegio. Llegó al nivel estándar de policías por habitantes, parecido al de EEUU, Alemania o España, aunque por ahora está lejos del nivel de Mendoza, que tiene 4,7 policías cada 1.000 habitantes (de acuerdo con un informe de la Fundación Mediterránea). El subjefe de Policía, comisario Nicolás Barrera, afirma que se planificó la estrategia sobre la base de estudios realizados y que el programa de Patrulla Motorizada (calificado por el jefe, Hugo Sánchez, como el mayor éxito de la fuerza en muchos años) se extenderá en breve a Tafí Viejo, Las Talitas, Los Pocitos, Villa Mariano Moreno, Alderetes, Banda del Río Salí, Lules y San Pablo.
La estrategia no es mala, pero aún no se puede saber si es efectiva. Se sabe que hay más detenciones. Pero no se conoce que haya disminuido el delito. Sí se puede decir que responde a un fuerte sentido del marketing. Así como cuando nació la Patrulla Urbana se dio prioridad al centro para poner a los agentes de a pie, ahora se pone el énfasis en la Ciudad Jardín, donde la queja puede hacerse sentir fuerte sobre las espaldas de los comisarios. En el informe sobre cantidad de policías en Yerba Buena no se tuvo en cuenta las cifras de las custodias privadas, que seguramente es muy superior en la Ciudad Jardín respecto de los barrios de la periferia de San Miguel de Tucumán o de otras ciudades de la provincia. El marketing policial, como el blanqueo de edificios en la plaza Independencia antes de la Cumbre del Mercosur, bien puede servir para ayudar a crear una imagen positiva y también a disuadir a muchos delincuentes ocasionales. De hecho, los vecinos opinan que si bien hay mejoras, advierten que sigue habiendo robos y asaltos. Citan a sectores interiores de Yerba Buena, como el barrio Telefónico, donde la gente dice que no puede dejar los autos en la calle por temor a los "pasacinteros".
¿Alcanzará con el marketing? Los jefes creen que sí. El concepto de prevención se confunde con el de reacción: apuestan no tanto a que los agentes sepan lo que pasa en el barrio por contacto con el vecino, sino a que circulen en motos y respondan lo antes posible a la llamada de las víctimas de robos o asaltos. Esta estrategia, sustentada sobre el criterio de gasto constante en vehículos, puede sostenerse mientras haya dinero para mantenimiento y cambio de equipos y vehículos. Y mientras siga renovándose la fuerza con policías jóvenes ansiosos de entrar al esquema de seguridad y no sean fagocitados por la burocracia. En la provincia trabajan cada día unos 2.500 agentes. Los otros 5.500 están de descanso o son absorbidos por la burocracia.
Habrá que ver si cuando se amplíe el programa hacia zonas (como barrio Echeverría, Villa 9 de Julio u otros sectores de la periferia capitalina) donde reina la inseguridad, realmente mejoran los niveles de inseguridad. Esas son zonas donde hubo Patrulla Urbana y se la dejó de lado para iniciar nuevos planes como el de la Policía Motorizada.
Sería bueno comenzar a hacer estadísticas serias y un control adecuado e independiente de la tarea policial, a fin de que se pueda establecer parámetros de eficiencia. Más allá del marketing.