Otro escrache a un diputado en Tucumán

Tucumán fue la única provincia del país donde se registraron episodios de violencia tras la aprobación en la Cámara de Diputados de la polémica resolución 125 que impone retenciones móviles a las exportaciones de soja. Pese a que el oficialismo votó la norma con algunos cambios para atenuar el impacto en los pequeños y medianos productores, la medida siguió generando crispación en sectores ruralistas de nuestra provincia. Luego de la media sanción de Diputados, la responsabilidad de ratificar o de introducir cambios en el proyecto recayó en la Cámara de Senadores. A partir de hoy ese será el escenario del conflicto que desde hace cuatro meses conmueve al país, y el lugar donde el oficialismo espera dar punto final a la discusión sobre las retenciones móviles.
Ayer, un grupo de ruralistas tucumanos se apersonó en el country del Jockey Club, en Yerba Buena, donde vive el diputado nacional Gerónimo Vargas Aignasse, del Frente para la Victoria. Allí, volvieron a escrachar al parlamentario, que ya había sufrido la ira de los productores durante la noche del sábado, cuando los agricultores realizaron pintadas en el frente de un comercio de su esposa. Ayer, en cambio, se instalaron en la entrada del country con carteles, al mismo tiempo que hacían sonar estridentemente las bocinas de sus vehículos. Los diputados Alfredo Dato y Germán Alfaro también habían sido blanco, el sábado, del repudio del sector rural.
Por otro lado, el kirchnerismo se mostró confiado en aprobar en el Senado el proyecto de ley. La iniciativa oficial ingresará hoy para su tratamiento en las comisiones de Presupuesto y Hacienda, y de Agricultura. Desde la oposición, los senadores Gerardo Morales (UCR) y Rubén Giustiniani (Socialismo) vaticinaron una votación pareja del proyecto. "Estamos hablando con los bloques de la oposición y quizás tengamos un cambio estratégico, con relación a cómo se manejó la oposición en Diputados", dijo Morales.