17 Abril 2008
Un avión que había despegado de Tucumán y que supuestamente volaba con sus luces apagadas se cruzó peligrosamente con otra aeronave de carga de la compañía LAN. El incidente se produjo anoche en Santiago del Estero, y los vuelos pasaron a una distancia entre sí de unos 200 metros.
Tras la riesgosa aproximación, el piloto del Boeing carguero se comunicó con el Comando de la Región Aérea Noroeste, emplazado en Córdoba, y reportó el hecho. "El aparato de la empresa chilena tenía adjudicado un nivel de vuelo de 34.000 pies. El otro, un Cessna ejecutivo, contaba con permiso para volar a 33.000 pies. Estamos investigando para tratar de establecer si el avión chico no cumplió con la altitud establecida", explicó el vicecomodoro Omar Francisco Elías, jefe de operaciones y de prensa de la delegación de la Fuerza Aérea.
De acuerdo a las normas de seguridad, los aviones no pueden aproximarse entre sí a menos de 1.000 pies. De lo contrario, el Sistema Anticolisión y Alerta de Tráfico (TCAS, por sus siglas en inglés) emite un alerta. Esto fue lo que ocurrió ayer, de acuerdo al reporte del piloto de LAN. Un fragmento de esa grabación se reproduce a continuación:
- Nos cruzamos con 700 pies. De hecho tuvimos indicación del TCAS. Me gustaría saber si lo tiene usted identificado, para que le diga... no sé si irá en el altímetro correcto o tendrá error en su altímetro. Y lo otro es que el avión iba completamente con todas sus luces apagadas. No pudimos identificarlo. El avión iba a 33.300 pies, nos cruzamos con 700 pies.
Según Elías, también es preocupante la falta de luces, porque esas indicaciones sirven para tener una idea de la dimensión. "Lamentablemente, a esa altura no podemos establecer fehacientemente lo que ocurrió", añadió el oficial. Después del hecho -registrado a las 20.40- el monomotor continuó su viaje hasta Aeroparque y el otro hacia la pista aérea de Iquique, en Chile.
Desde el aeropuerto santiagueño, el comodoro José María Lazarte, jefe de la aeroestación, reveló que 700 pies es un nivel de aproximación considerado peligroso. "Cada vuelo tiene que respetar el nivel que le dio el control del tráfico aéreo", indicó.
A su juicio, la problemática continuará hasta que no se provea a los controladores del tráfico de más y de mejores sistemas que permitan descubrir la presencia y posición de los aparatos. "Lamentablemente al no tener radares en esas altitudes, no podemos controlar la situación", concluyó. LA GACETA.com ©
Tras la riesgosa aproximación, el piloto del Boeing carguero se comunicó con el Comando de la Región Aérea Noroeste, emplazado en Córdoba, y reportó el hecho. "El aparato de la empresa chilena tenía adjudicado un nivel de vuelo de 34.000 pies. El otro, un Cessna ejecutivo, contaba con permiso para volar a 33.000 pies. Estamos investigando para tratar de establecer si el avión chico no cumplió con la altitud establecida", explicó el vicecomodoro Omar Francisco Elías, jefe de operaciones y de prensa de la delegación de la Fuerza Aérea.
De acuerdo a las normas de seguridad, los aviones no pueden aproximarse entre sí a menos de 1.000 pies. De lo contrario, el Sistema Anticolisión y Alerta de Tráfico (TCAS, por sus siglas en inglés) emite un alerta. Esto fue lo que ocurrió ayer, de acuerdo al reporte del piloto de LAN. Un fragmento de esa grabación se reproduce a continuación:
- Nos cruzamos con 700 pies. De hecho tuvimos indicación del TCAS. Me gustaría saber si lo tiene usted identificado, para que le diga... no sé si irá en el altímetro correcto o tendrá error en su altímetro. Y lo otro es que el avión iba completamente con todas sus luces apagadas. No pudimos identificarlo. El avión iba a 33.300 pies, nos cruzamos con 700 pies.
Según Elías, también es preocupante la falta de luces, porque esas indicaciones sirven para tener una idea de la dimensión. "Lamentablemente, a esa altura no podemos establecer fehacientemente lo que ocurrió", añadió el oficial. Después del hecho -registrado a las 20.40- el monomotor continuó su viaje hasta Aeroparque y el otro hacia la pista aérea de Iquique, en Chile.
Desde el aeropuerto santiagueño, el comodoro José María Lazarte, jefe de la aeroestación, reveló que 700 pies es un nivel de aproximación considerado peligroso. "Cada vuelo tiene que respetar el nivel que le dio el control del tráfico aéreo", indicó.
A su juicio, la problemática continuará hasta que no se provea a los controladores del tráfico de más y de mejores sistemas que permitan descubrir la presencia y posición de los aparatos. "Lamentablemente al no tener radares en esas altitudes, no podemos controlar la situación", concluyó. LA GACETA.com ©
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