14 Abril 2008
Aguilares recibirá su primera visita presidencial
Se estima que una multitud se reunirá mañana en la ciudad para escuchar a Cristina Fernández de Kirchner, que inaugurará el nuevo hospital. Decenas de operarios trabajaron contra reloj para acondicionar el edificio. Tendrá 50 médicos y 22 enfermeros.
RETOQUES FINALES. En los últimos días se trabajó arduamente en el nuevo edificio y en la recepción de todo el equipamiento hospitalario. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
En Aguilares, el entusiasmo por la visita presidencial envuelve a sus pobladores. Se nota en las calles, con los obreros municipales que trabajan para acondicionar las zonas más concurridas; también se percibe en las charlas de la gente en los bares y en las plazas. Mañana, cuando llegue la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, la mayoría querrá verla de cerca. Además, saben que la ciudad estará desbordada. De hecho, las autoridades municipales calculan que asistirán entre 10.000 y 15.000 personas en el acto de inauguración del nuevo hospital.
Las diferencias por las pasiones futbolísticas entre hinchas del "depor" (Deportivo Aguilares) y "Ñubéry" (Jorge Newbery) se olvidarán por unas horas durante la visita presidencial. Además se sumarán a la legión de partidarios alperovichistas que llegarán desde distintas ciudades para aplaudir a la jefa de Estado. Tanto revuelo obedece a que, por primera vez, una Presidenta en ejercicio, visitará en La ciudad de las avenidas.
Así como para los funcionarios del Gobierno y del municipio hay un interés político en que la ceremonia oficial resulte un éxito de convocatoria, otros especulan con ganarse un dinero extra con la venta de comidas. Frente al nuevo edificio del hospital hay una carnicería que mañana se convertirá en un puesto de venta de gaseosas, según lo planeó Fátima Olea. Ella es madre de cinco hijos y el viernes comenzó a prepararse con la expectativa de recibir cientos de clientes. "Voy a escucharla; mientras atienda a la gente, y espero que hable de trabajo, porque aquí hay muchos jóvenes que quieren trabajar, pero no consiguen dónde", dijo desde el mostrador de su negocio.
En los últimos días llegaron a Aguilares los camiones con todo el equipamiento hospitalario y de administración. Decenas de operarios trabajaron contra reloj para instalar las computadoras, los escritorios, las sillas, los paneles y las camas, entre otros elementos. Durante el fin de semana se colocaron los plantines en el jardín y se acondicionó uno de los accesos con pintura asfáltica.
También se colocaron las vallas de contención que separarán al público de las autoridades, una tribuna metálica en un campo de fútbol, frente al edificio, y el palco de donde hablará la Presidenta.
En los pasillos, los obreros municipales aceleraron las tareas de pintura en los bordes de las ventanas, pegaron los carteles de señalización hospitalaria y lavaron el piso de las habitaciones de internación. Con celeridad se pintaron las columnas de alumbrado público; mientras seguían bajando el mobiliario.
Poner en marcha toda la estructura de atención de la salud llevará un tiempo. La Presidenta inaugurará mañana el nuevo hospital, pero llevará aproximadamente 30 días hasta que todo pueda funcionar de manera coordinada, según los cálculos de la directora, Elena Abrahan de Córdoba. "Habrá unos 50 médicos y 22 enfermeros y será el hospital de cabecera de la región", aseguró.
Las diferencias por las pasiones futbolísticas entre hinchas del "depor" (Deportivo Aguilares) y "Ñubéry" (Jorge Newbery) se olvidarán por unas horas durante la visita presidencial. Además se sumarán a la legión de partidarios alperovichistas que llegarán desde distintas ciudades para aplaudir a la jefa de Estado. Tanto revuelo obedece a que, por primera vez, una Presidenta en ejercicio, visitará en La ciudad de las avenidas.
Así como para los funcionarios del Gobierno y del municipio hay un interés político en que la ceremonia oficial resulte un éxito de convocatoria, otros especulan con ganarse un dinero extra con la venta de comidas. Frente al nuevo edificio del hospital hay una carnicería que mañana se convertirá en un puesto de venta de gaseosas, según lo planeó Fátima Olea. Ella es madre de cinco hijos y el viernes comenzó a prepararse con la expectativa de recibir cientos de clientes. "Voy a escucharla; mientras atienda a la gente, y espero que hable de trabajo, porque aquí hay muchos jóvenes que quieren trabajar, pero no consiguen dónde", dijo desde el mostrador de su negocio.
En los últimos días llegaron a Aguilares los camiones con todo el equipamiento hospitalario y de administración. Decenas de operarios trabajaron contra reloj para instalar las computadoras, los escritorios, las sillas, los paneles y las camas, entre otros elementos. Durante el fin de semana se colocaron los plantines en el jardín y se acondicionó uno de los accesos con pintura asfáltica.
También se colocaron las vallas de contención que separarán al público de las autoridades, una tribuna metálica en un campo de fútbol, frente al edificio, y el palco de donde hablará la Presidenta.
En los pasillos, los obreros municipales aceleraron las tareas de pintura en los bordes de las ventanas, pegaron los carteles de señalización hospitalaria y lavaron el piso de las habitaciones de internación. Con celeridad se pintaron las columnas de alumbrado público; mientras seguían bajando el mobiliario.
Poner en marcha toda la estructura de atención de la salud llevará un tiempo. La Presidenta inaugurará mañana el nuevo hospital, pero llevará aproximadamente 30 días hasta que todo pueda funcionar de manera coordinada, según los cálculos de la directora, Elena Abrahan de Córdoba. "Habrá unos 50 médicos y 22 enfermeros y será el hospital de cabecera de la región", aseguró.