Una tucumana, la primera que es oficial de la Armada, navega en la Fragata Libertad

Una tucumana, la primera que es oficial de la Armada, navega en la Fragata Libertad

DESPEDIDA. La Fragata Libertad zarpa del puerto de Buenos Aires. FOTO TELAM DESPEDIDA. La Fragata Libertad zarpa del puerto de Buenos Aires. FOTO TELAM
07 Abril 2008
La emoción y los nervios la hacían hablar rapidísimo. Estaba en la cubierta del buque insignia de la Armada, a tres horas de zarpar hacia una travesía que la hará dar vuelta al mundo en ocho meses. Silvia Ferjancic es la primera tucumana guardiamarina de la Armada y ayer inició un viaje de instrucción en la Fragata Libertad.

"Estoy muy ansiosa por lo que vamos a vivir. Por un lado, vamos a completar nuestro aprendizaje como oficiales de la Armada, y por otro, vamos a conocer lugares exóticos, de culturas diferentes, lo que me parece maravilloso", dijo Silvia a LA GACETA durante una comunicación telefónica.

Hace cuatro años, Silvia decidió dejar en suspenso sus estudios de abogacía e ingresó a la escuela de oficiales de la Armada. "Siempre me había interesado la vida militar. Así que empecé a averiguar y me pareció que la Marina me iba a gustar más que las otras fuerzas. Cuando conocí lo que es esto, me entusiasmé mucho más todavía", contó Su familia, que al principio tenía recelos por la decisión de Silvia, ayer estaba en la fragata, conociendo las instalaciones donde ella vivirá los próximos ocho meses. "Vinieron mi mamá, Emilia; mi papá, Daniel; y mis hermanos Liliana -que es la mayor- y Jorge, que es más chico que yo", contó. En la provincia, en la casa de la zona de plazoleta Mitre, quedaron Sergio, mayor que Silvia, y la menor de todos, Lucía.

La vida en el buque no será tranquila. Silvia compartirá el dormitorio con otras 14 compañeras. "La habitación tiene cuchetas de tres camas cada una y unos placares pequeños", describió. ¿Cómo hicieron para que entren las cosas que las mujeres suelen cargar?, se le preguntó. "Nos dimos maña e hicimos entrar todo", aseguró.

Entre las tareas que deberá cumplir la guardiamarina (primer grado de la jerarquía de la Armada) tucumana, figuran las guardias en el puente y en los palos. En el primer caso tienen que controlar las cartas de navegación y el timonel; en el segundo, las velas. "En este viaje vamos a poner en práctica todo lo que nos enseñaron en forma teórica; es nuestra última etapa de aprendizaje", señaló la tucumana.

Esta no es su primera experiencia en alta mar. Ya viajó a la Antártida, entre otros destinos. La diferencia es que hasta ahora las travesías eran de tres semanas solamente.
¿La vida militar les hace perder la coquetería?, consultó LA GACETA. "Nada que ver. Cuando llegamos a un puerto nos arreglamos. En el buque no tanto, porque hay que hacer todo muy rápido, pero en tierra es distinto. Las oficiales mantenemos nuestra identidad y somos muy femeninas; no nos convertimos en varones", enfatizó. Después de tocar Ciudad del Cabo, Bombay, Shanghai, Sidney, isla de Pascua y Montevideo -entre otros puertos- en diciembre Silvia estará de regreso. Dijo que luego de la graduación, vendrá a pasar unos días en Tucumán.

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