24 Marzo 2008
BUENOS AIRES.- La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, estaría analizando la posibilidad de lanzar un paquete de medidas que incluiría un alza en las tarifas de los vuelos de cabotaje de entre un 30% y un 40%, y un subsidio al JP1, el combustible que utilizan los aviones.
Según consigna en su edición de ayer el diario “La Nación”, fuentes oficiales dijeron que las medidas serán aprobadas de acuerdo con la voluntad política del Gobierno. “Pero todo indica que sí”, aclararon. Los rumores que corrieron los últimos días daban crédito a la posibilidad de que esta semana se formalice el paquete de medidas.
Las tarifas, que en la Argentina tienen un precio máximo y otro mínimo fijados por el Gobierno, se han mantenido casi congeladas desde la salida de la convertibilidad y sólo se autorizó un aumento en octubre de 2006, de un 20%. Las aerolíneas que operan en cabotaje -Aerolíneas Argentinas, Lan, Sol y Andes justificaron la suba argumentando que un vuelo entre Buenos Aires y Ushuaia tiene un costo de 114 dólares, mientras que en Brasil, uno entre San Pablo y Fortaleza, que une distancias menores, cuesta 687 dólares, es decir, un 514% más.
Los ejecutivos de las compañías aéreas aseguraron, además, que Argentina sigue siendo el país que tiene las tarifas domésticas aéreas más bajas de América latina y el Caribe, según el último informe de American Express Bussiness Travel Monitor presentado a fines del año pasado. Según las aerolíneas, éste es el principal motivo que ha llevado al mercado local a una situación que roza con el caos.
La otra medida que se negoció es un subsidio al combustible. Impulsado por el precio del petróleo, el JP1 ha pasado a ser uno de los principales costos de las aerolíneas. “Las aerolíneas van a pagar el combustible al precio que tenía en octubre de 2006. De ese precio al valor real se pagará con un subsidio que el Gobierno liquidará a las petroleras”, dijo una de las fuentes consultadas. (Especial)
Según consigna en su edición de ayer el diario “La Nación”, fuentes oficiales dijeron que las medidas serán aprobadas de acuerdo con la voluntad política del Gobierno. “Pero todo indica que sí”, aclararon. Los rumores que corrieron los últimos días daban crédito a la posibilidad de que esta semana se formalice el paquete de medidas.
Las tarifas, que en la Argentina tienen un precio máximo y otro mínimo fijados por el Gobierno, se han mantenido casi congeladas desde la salida de la convertibilidad y sólo se autorizó un aumento en octubre de 2006, de un 20%. Las aerolíneas que operan en cabotaje -Aerolíneas Argentinas, Lan, Sol y Andes justificaron la suba argumentando que un vuelo entre Buenos Aires y Ushuaia tiene un costo de 114 dólares, mientras que en Brasil, uno entre San Pablo y Fortaleza, que une distancias menores, cuesta 687 dólares, es decir, un 514% más.
Los ejecutivos de las compañías aéreas aseguraron, además, que Argentina sigue siendo el país que tiene las tarifas domésticas aéreas más bajas de América latina y el Caribe, según el último informe de American Express Bussiness Travel Monitor presentado a fines del año pasado. Según las aerolíneas, éste es el principal motivo que ha llevado al mercado local a una situación que roza con el caos.
La otra medida que se negoció es un subsidio al combustible. Impulsado por el precio del petróleo, el JP1 ha pasado a ser uno de los principales costos de las aerolíneas. “Las aerolíneas van a pagar el combustible al precio que tenía en octubre de 2006. De ese precio al valor real se pagará con un subsidio que el Gobierno liquidará a las petroleras”, dijo una de las fuentes consultadas. (Especial)