Se presentará una nueva versión de "Hablemo tucumano"

Ponerle limón a la empanada. Pegar ancazos (dícese de los cabezazos) durante una pelea. A la hora de regañar, pegar un bicoqui (golpe con los nudillos de los dedos). Decirle "primo" a una persona que no es familiar pero es del agrado de quien saluda. Apodar "tío" a una persona mayor. Esas y otras enseñanzas autóctonas impartirá esta noche el humorista Miguel Martín, que presentará su nuevo show denominado "Hablemo tucumano (aporteñado)" a las 22 en el Círculo de la Prensa (Mendoza 240).
Durante el célebre espectáculo didáctico-cultural-humorístico, de gran contenido educativo, desfilarán diferentes personajes, ya clásicos del humor, como el profe de "tucu básico", el oficial Gordillo y el favorito: Tucu-Man, el súper héroe, que "tiene un arma muy poderosa: una caña de azúcar mordida por el perro familiar del ingenio ?La Fronterita?, en Famaillá, y le dio poderes tucumaneriles que le sirven para ?tucumanizar? a los tucumano-porteños". Todos estos seres interpretarán monólogos más que entretenidos con ese ingrediente expresivo que todo tucumano tiene.
La nueva versión de "Hablemo tucumano", que ya es marca registrada del comediante, fue producto de las múltiples experiencias vividas por él y de los distintos recibimientos que tuvo su show tanto en nuestra provincia como en Buenos Aires, donde actualmente reside.
Martín, también analista de sistemas, es oriundo de Famaillá, donde comenzó su carrera como actor. Ante la firme oposición de su padre de estudiar teatro, optó por la computación mientras acumulaba experiencia con algunas pequeñas obras de teatro que realizaba en un bar, al estilo café concert. Sus presentaciones siempre estuvieron inclinadas hacia la comedia, con las que cosechó algunos éxitos.
En 2000 comenzó en televisión: en el programa de cable Gold News apareció por primera vez el profesor que enseña tucumano básico con los dedos pintados. Más adelante hizo un casting para el Grupo La Vorágine y fue seleccionado para la comedia "Guiyerma, una sátira de Yerma", del propio grupo. Luego vino "Detrás del vidrio", una obra absolutamente dramática, y movilizante que estuvo mucho tiempo en cartel, y ganó el Festival del Teatro de Tucumán, el Regional de Santiago, y luego pasó a la instancia Nacional.