Un técnico "comodín" K, con amigos en Tucumán

Sorpresa y media en Tucumán. Pocos preanunciaban un desenlace como el de anoche: el alejamiento de un hombre que programaba una visita a esta ciudad y la asunción de otro técnico, que quedó fascinado con la belleza natural de Tafí del Valle.
Alberto Abad, el renunciante titular de la AFIP, tenía previsto venir a la inauguración de la moderna sede de la Dirección General de Rentas. Ese había sido el compromiso que asumió, hace una semana, luego de firmar un convenio de cooperación con el gobernador José Alperovich.
El recambio en el organismo recaudador encuentra al Gobierno con otro aliado: Carlos Fernández, "un amigo de la casa", dirían los técnicos del Ministerio de Economía. Ferviente hincha de Gimnasia y Esgrima de La Plata, Fernández supo cosechar la estima de los ministros provinciales desde su función de director de Coordinación Fiscal con las Provincias. Luego ascendió a subsecretario de Relaciones con las Provincias. Con ese cargo encabezó, en los Valles, una de las primeras reuniones del comité ejecutivo de Responsabilidad Fiscal. También allanó el acceso al crédito nacional con el que Tucumán reprogramó la deuda durante la gestión alperovichista.
Fernández publicó diversos artículos sobre administración tributaria. Trabajó en el Banco Provincia, cerca del ministro de Economía, Martín Lousteau. El kirchnerismo lo considera como un técnico "comodín" dispuesto a jugarse en cualquier puesto, como cuando lo propuso para Economía de Buenos Aires.