16 Marzo 2008
DOLOROSA IMAGEN DE BUENOS AIRES. Los especialistas confirmaron que las edades de los adictos tratados van desde los 12 hasta los 30 años de edad. LA GACETA
"Son como un fantasma. Caminan despacito, están muy flaquitos y con los ojos hundidos", explicó Marta. Estos seres, que le provocan miedo a la mujer cuando los ve moverse por los callejones del barrio Costanera, son los adolescentes que han caído bajo las filosas garras del paco, conocida también como la droga de los pobres o pasta base.
Ya son varios los indicios de que esta destructiva sustancia está instalada en los barrios periféricos de la ciudad. Personal de la delegación local de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, en lo que va del año secuestró, en cuatro operativos 750 gramos de la droga. "Esa cantidad de paco representa el 80% del total de sustancias que incautamos hasta ahora", aseguró el jefe de la repartición, subcomisario Luis Alberto Soria.
Voceros de Gendarmería Nacional reconocieron que aún no decomisaron pasta base. Idéntica información brindaron desde la Dirección General de Drogas Peligrosas de la Policía de la provincia. "En Tucumán no hay paco", aseguró una alta fuente de esa fuerza.
En los centros de atención al adicto, por su parte, se encendió una luz de alarma. El doctor Ramiro Hernández del Programa Universitario para el Estudio de las Adicciones (Puna) confirmó que durante todo el 2007 trataron 10 pacientes, y en lo que va del año, ya son cinco los casos.
Su colega, María Eugenia Almaraz, que está al frente del servicio que se brinda en el Hospital Avellaneda, indicó que trató a tres personas el año pasado y que, hasta el momento, no atendió ningún adicto a esta sustancia. El secretario de Prevención y Adicciones de la provincia, Alfredo Miroli, indicó que ellos tienen detectados cuatro casos.
Los profesionales consultados por LA GACETA, coincidieron en señalar que las edades de los adictos a esta sustancia van desde los 12 hasta los 30 años, aunque en su gran mayoría son menores de edad. Confirmaron además que los consumidores provienen de barrios periféricos, como Juan XXIII -conocido como "La Bombilla-, El Sifón, Villa 9 de Julio, Antena y, especialmente, La Costanera.
Más detalles
El paco es el desecho de una droga. Surge como residuo de las cocinas o laboratorios en los que se elabora la cocaína y se los comercializa en los barrios periféricos a muy bajo precio. Actualmente, según confirmaron fuentes policiales, el valor de la dosis oscila entre $ 1 y $ 2.
En los últimos dos años, en procedimientos realizados por Gendarmería y por la Digedrop, se desbarataron cuatro "cocinas" de cocaína. Tres de ellas fueron descubiertas en Villa 9 de Julio y, la restante, en pleno centro de Tafí del Valle.
"Todo el mundo sabe que al barrio la Costanera llega esa basura porque en Villa 9 de Julio hay varias cocinas. La gente que la hace es muy pesada. Están matando a nuestros chicos", dijo Olga.
Los pesquisas aseguran que no existen laboratorios que se dediquen pura y exclusivamente a la producción de esta sustancia. "Ellos, en realidad, lo que hacen es vender la basura que les queda de la producción de cocaína. En otras palabras, no desperdician nada, a todo lo hacen dinero", expresó un uniformado que investiga en qué lugar de la provincia se comercializa esta droga.
1 - ¿Qué es el paco? Es una droga fabricada con los residuos de la preparación de la cocaína. A estos se le suman vidrios molidos, virulana y algunos químicos.
2 - ¿Cómo se lo produce? Se prepara en cocinas donde se "estira" la pasta base de la cocaína. Luego, se comercializa por $ 1 o $ 2 la dosis.
3 - ¿Quiénes y cómo lo consumen? Jóvenes de entre 12 y 30 años, de bajos recursos económicos fuman la sustancia en pipas de fabricación casera.
4 - ¿Qué efectos causa? Pese a tener poca duración (tres o cuatro minutos), primero genera excitación en quien lo consume; luego, produce depresión.
5 - ¿Cuáles son las consecuencias? Según especialistas, los adictos que consumen paco de manera cotidiana no suelen sobrevivir muchos meses.
Ya son varios los indicios de que esta destructiva sustancia está instalada en los barrios periféricos de la ciudad. Personal de la delegación local de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, en lo que va del año secuestró, en cuatro operativos 750 gramos de la droga. "Esa cantidad de paco representa el 80% del total de sustancias que incautamos hasta ahora", aseguró el jefe de la repartición, subcomisario Luis Alberto Soria.
Voceros de Gendarmería Nacional reconocieron que aún no decomisaron pasta base. Idéntica información brindaron desde la Dirección General de Drogas Peligrosas de la Policía de la provincia. "En Tucumán no hay paco", aseguró una alta fuente de esa fuerza.
En los centros de atención al adicto, por su parte, se encendió una luz de alarma. El doctor Ramiro Hernández del Programa Universitario para el Estudio de las Adicciones (Puna) confirmó que durante todo el 2007 trataron 10 pacientes, y en lo que va del año, ya son cinco los casos.
Su colega, María Eugenia Almaraz, que está al frente del servicio que se brinda en el Hospital Avellaneda, indicó que trató a tres personas el año pasado y que, hasta el momento, no atendió ningún adicto a esta sustancia. El secretario de Prevención y Adicciones de la provincia, Alfredo Miroli, indicó que ellos tienen detectados cuatro casos.
Los profesionales consultados por LA GACETA, coincidieron en señalar que las edades de los adictos a esta sustancia van desde los 12 hasta los 30 años, aunque en su gran mayoría son menores de edad. Confirmaron además que los consumidores provienen de barrios periféricos, como Juan XXIII -conocido como "La Bombilla-, El Sifón, Villa 9 de Julio, Antena y, especialmente, La Costanera.
Más detalles
El paco es el desecho de una droga. Surge como residuo de las cocinas o laboratorios en los que se elabora la cocaína y se los comercializa en los barrios periféricos a muy bajo precio. Actualmente, según confirmaron fuentes policiales, el valor de la dosis oscila entre $ 1 y $ 2.
En los últimos dos años, en procedimientos realizados por Gendarmería y por la Digedrop, se desbarataron cuatro "cocinas" de cocaína. Tres de ellas fueron descubiertas en Villa 9 de Julio y, la restante, en pleno centro de Tafí del Valle.
"Todo el mundo sabe que al barrio la Costanera llega esa basura porque en Villa 9 de Julio hay varias cocinas. La gente que la hace es muy pesada. Están matando a nuestros chicos", dijo Olga.
Los pesquisas aseguran que no existen laboratorios que se dediquen pura y exclusivamente a la producción de esta sustancia. "Ellos, en realidad, lo que hacen es vender la basura que les queda de la producción de cocaína. En otras palabras, no desperdician nada, a todo lo hacen dinero", expresó un uniformado que investiga en qué lugar de la provincia se comercializa esta droga.
Preguntas clave
1 - ¿Qué es el paco? Es una droga fabricada con los residuos de la preparación de la cocaína. A estos se le suman vidrios molidos, virulana y algunos químicos.
2 - ¿Cómo se lo produce? Se prepara en cocinas donde se "estira" la pasta base de la cocaína. Luego, se comercializa por $ 1 o $ 2 la dosis.
3 - ¿Quiénes y cómo lo consumen? Jóvenes de entre 12 y 30 años, de bajos recursos económicos fuman la sustancia en pipas de fabricación casera.
4 - ¿Qué efectos causa? Pese a tener poca duración (tres o cuatro minutos), primero genera excitación en quien lo consume; luego, produce depresión.
5 - ¿Cuáles son las consecuencias? Según especialistas, los adictos que consumen paco de manera cotidiana no suelen sobrevivir muchos meses.