La historia de Marita Verón llega a la pantalla de Telefé

A Susana Trimarco le robaron la vida. Era una trabajadora de clase media que convivía con su marido en una modesta pero cálida vivienda ubicada en las afueras de la capital de Tucumán. Nada le faltaba, ni el dinero ni los afectos.

Pero a las 9.30 de la mañana del 3 de abril de 2002 su hija, María de los Angeles Verón, de sólo 23 años, fue secuestrada por una banda que la vendió por 2.500 pesos a un prostíbulo de La Rioja con el fin de someterla a la prostitución.

Marita es hoy es una de las más de 400 mujeres desaparecidas en democracia, cautivas en las espurias redes de la noche.
Entonces, Susana emprendió una odisea para encontrar a su hija, que después se convirtiría en la causa de la nueva vida que construyó con esfuezo: la lucha contra el tráfico de personas.

Este flagelo es, precisamente, el eje temático de "Vidas Robadas", la nueva novela de Telefé, que se apoya en el caso de Marita y en los de muchas otras jóvenes y adolescentes.

"Cuando vi el primer capítulo lloré muchísimo, porque rebobiné hasta ese momento. Acordarme de mi hija, de esa situación, de esa desesperación (...). No sabíamos qué hacer, dónde y cómo buscarla. Si hubiera tenido la experiencia de ahora, mi hija ya habría aparecido", se lamenta Trimarco.

Agrega: "la novela va a servir para concientizar a la población sobre este tema. ¡A mí me paran por la calle para preguntarme qué es el tráfico de personas!".

"En Tucumán y en la Argentina hay muchos atorrantes, prostituidores. Por la avenida Nicolás Avellaneda (de esta ciudad) cualquiera pasa y ve que hay chicas de 14 años prostituyéndose. Pero nadie hace nada", asevera.

"Vidas robadas" es protagonizada por Facundo Arana, un antropólogo forense que intentará destruir una red de secuestradores, a partir de las aflicciones de Soledad Silveyra, que encarna a una madre consternada por la desaparición de su hija.
Antes del estreno, Silveyra estuvo en Tucumán para interiorizarse sobre la historia de Susana Trimarco.

"Le pusieron Vidas Robadas porque Solita, después de que le conté mis pesares, se puso a llorar y me dijo: ´Susana, yo no puedo creer que en la Argentina de la democracia estén ocurriendo estas cosas´. Entonces, yo le dije: ´Solita, es cierto. Me robaron mi hija, me robaron mi vida´. Después me llamaron desde Telefé para decirme que usarían mi frase para el nombre de la telenovela´, cuenta la mamá de Marita´.

Y anticipa que a partir de la semana que viene saldrá por Telefé el logo y la información sobre la actividad de la Fundación María de Los Angeles, creada en octubre pasado.

"El objetivo de la Fundación es derribar el negocio de la venta de personas en la Argentina. Tiene su base en Buenos Aires, pero queremos que en cada provincia haya anexos, como el que hay en Tucumán", manifiesta.

Asimismo, se esperanza con la posibilidad de que el 3 de abril Arana y Silveyra vengan a Tucumán a acompañarla en la misa de su hija.
"Ella me prometió que va a venir, que quiere conocer mi casa y tomar mate conmigo", agrega.

La investigación
Susana afirma que en La Rioja se hicieron ya 75 allanamientos y que reunieron 24 testimonios con información sobre Marita.
Los destinos de las jóvenes secuestradas son España -adonde se presumía que se envió a Marita-, Chile y Bolivia; en la Argentina, uno de ellos es Río Gallegos.

"Estamos pidiendo que la causa pase a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, porque se trata de delitos federales y que para los 13 procesados la figura sea asociación ilícita, no otras cuyas condenas son menores", comenta Susana.

Algunos de los procesados -entre ellos, Claudia Márquez, María Jesús Rivero (propietaria de la remisería tucumana 5 Estrellas, en uno de cuyos vehículos se presume que fue secuestrada Marita), Daniela Milheim, Liliana Medina, "Chenga" Gómez y Gonzalo Gómez- estuvieron casi tres años en prisión preventiva, pero como no fueron condenados, quedaron libres, dice Trimarco.

"Liliana Medina pagó $ 150.000 de fianza, pero no sé dónde sacó ese dinero, si ella dijo que era una pobre detenida. No se investigó. El "Chenga" Gómez es un delincuente, un asesino, al que lo soltaron y volvió a hacer lo mismo. Actualmente, está detenido en La Rioja. Todos siguen trabajando de eso; siguen armando más prostíbulos; siguen capturando a las chicas", protesta la mujer.

"Yo -prosigue-, sola como madre, hasta el año pasado recuperé 158 mujeres, entre las cuales hay niñas de 12 años, que estaban en manos de prostituidores, que las arrancaron de su familia".

Cuenta que, hace un mes, recuperó a una adolescente a la que le habían ofrecido trabajar como niñera y que, cuando llegó a la casa, le quitaron los documentos y "resultó ser que el trabajo era otra cosa".

"Aquí en Tucumán hay 52 causas que estamos atendiendo desde la Fundación. Todos los días recibimos denuncias. Ayer, una niña de 15 años vino a denunciar que ella había visto un aviso en el diario que prometía trabajo de modelo. Le pagaban 100 pesos para que vaya a modelar y después tenía que participar en una fiesta. Ella averiguó; le pareció raro. Estaba por ir, pero después vio el informe que pasaron en Telefé y tuvo miedo", cuenta.

Y prosigue: "nos dio todos los datos sobre estos atorrantes y ya se está investigando. Esa es la manera de operar que tienen estos delincuentes. Las endulzan a las chicas con promesas de sueldos importantes y de trabajos importantes".

Susana promete que seguirá luchando durante toda su vida. "Actualmente son 144 organizaciones en la Argentina las que se dedican a esta problemática. Hoy tengo mucha gente que me está apoyando. Somos muchos los comprometidos y los afectados en esto", asegura. (NA)