18 Febrero 2008
El viento filoso se quería robar los sombreros. Formados uno al lado del otro, en posición de acometer una carga de caballería, todos picaron las mulas al mismo tiempo y exclamaron: "¡Viva la Patria!". A pesar de que fueron más de 30 las gargantas que lanzaron el grito, la inmensidad de la Cordillera de los Andes se tragó el ímpetu de la exclamación.
Unos 100 metros más adelante se adivinaban en una hondonada los bustos del general José de San Martín y del brigadier Bernardo de O?Higgins. Junto con el hito, estos monumentos marcan el límite entre Argentina y Chile por el Paso de Los Patos, en San Juan. También señalaban la culminación de una marcha que ya había insumido cuatro días y que había llevado a los expedicionarios a más de 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar (SNM) y transitando por valles fértiles y sendas coronadas por el hielo y los precipicios.
La "XIX Expedición Paso de los Patos" se inició en el escuadrón de Gendarmería Nacional de Barreal, un pueblo que está al pie de la cordillera de los Andes, a 200 kilómetros al suroeste de la ciudad de San Juan, el 18 de enero (fecha en la que San Martín salió del campamento de El Plumerillo, en Mendoza, en 1817). Además de un periodista de LA GACETA, 27 personas que llegaron de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Jujuy e Italia completaban el grupo. A cargo estuvieron los sargentos José Ahumada, José Gómez y Hugo Contreras, y los cabos Pedro Carbajal y Martín Elduayén.
Comienza la marcha
El refugio Alvarez Condarco recibió a los expedicionarios esa tarde. En esa zona, la señal de celular ya era sólo un recuerdo. Tras una noche cálida, al aire libre, los viajeros partieron en dos unimogs de la fuerza hacia Los Manantiales, a 3.100 metros SNM. En ese lugar, donde 191 años antes se formó la retaguardia de la columna principal del Ejército de los Andes, esperaban las mulas.
La primera jornada montados fue agotadora. En sólo seis horas se ascendieron más de 800 metros SNM y la marcha terminó en La Fría. Haciendo honor a su nombre, en este lugar el viento cala los abrigos y con sólo caminar unos 100 metros se puede llegar hasta pequeños glaciares de hielo.
Cuatro integrantes de la expedición, afectados por la altura, tuvieron que abandonar la marcha. El resto del grupo partió la mañana siguiente hacia La Honda, un paso de montaña de 4.155 metros SNM. En ese camino, la subida es muy empinada, y los precipicios aparecen junto a la senda durante casi todo el trayecto. Pero el esfuerzo tuvo su premio: en la cima, la majestuosidad del Aconcagua sorprendió a todos. Tras un descenso de seis horas - poco pronunciado pero constante-la columna arribó al valle de Los Patos Sur, a 2.800 metros SNM. Allí está el refugio de Gendarmería Ingeniero Sardina, una casa de hormigón armado que sólo está abierta en verano; a partir de marzo se cubre de nieve.
Tras un día descanso, los expedicionarios salieron hacia la frontera. Cinco horas les tomó atravesar el Valle Hermoso y la Vega Grande. A las piernas de la mayoría les faltaban fuerzas para afirmarse en la montura. Pero el perfil del busto de San Martín, que se dibujaba a los lejos, impulsaba a seguir apurando los animales.
Varias lágrimas se escaparon al desmontar. El zumbido del viento hacía difícil escuchar lo que los demás decían. Tras algunas fotos y abrazos, comenzó el regreso, lento pero firme, como un intento de estirar al máximo esa vida entre las montañas que, 191 años antes, fueron testigos de la marcha del Libertador.
Costos del viaje y contactos
Para más información sobre la expedición hay que ingresar a www.rutassanmartinianas.com.ar o enviar un correo electrónico a [email protected]. El valor de la expedición fue, este año, $ 1.400 por persona, lo que incluye una noche de alojamiento en la ciudad de San Juan, la comida de todos los días, y los equipos y animales para la expedición.
Unos 100 metros más adelante se adivinaban en una hondonada los bustos del general José de San Martín y del brigadier Bernardo de O?Higgins. Junto con el hito, estos monumentos marcan el límite entre Argentina y Chile por el Paso de Los Patos, en San Juan. También señalaban la culminación de una marcha que ya había insumido cuatro días y que había llevado a los expedicionarios a más de 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar (SNM) y transitando por valles fértiles y sendas coronadas por el hielo y los precipicios.
La "XIX Expedición Paso de los Patos" se inició en el escuadrón de Gendarmería Nacional de Barreal, un pueblo que está al pie de la cordillera de los Andes, a 200 kilómetros al suroeste de la ciudad de San Juan, el 18 de enero (fecha en la que San Martín salió del campamento de El Plumerillo, en Mendoza, en 1817). Además de un periodista de LA GACETA, 27 personas que llegaron de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Jujuy e Italia completaban el grupo. A cargo estuvieron los sargentos José Ahumada, José Gómez y Hugo Contreras, y los cabos Pedro Carbajal y Martín Elduayén.
Comienza la marcha
El refugio Alvarez Condarco recibió a los expedicionarios esa tarde. En esa zona, la señal de celular ya era sólo un recuerdo. Tras una noche cálida, al aire libre, los viajeros partieron en dos unimogs de la fuerza hacia Los Manantiales, a 3.100 metros SNM. En ese lugar, donde 191 años antes se formó la retaguardia de la columna principal del Ejército de los Andes, esperaban las mulas.
La primera jornada montados fue agotadora. En sólo seis horas se ascendieron más de 800 metros SNM y la marcha terminó en La Fría. Haciendo honor a su nombre, en este lugar el viento cala los abrigos y con sólo caminar unos 100 metros se puede llegar hasta pequeños glaciares de hielo.
Cuatro integrantes de la expedición, afectados por la altura, tuvieron que abandonar la marcha. El resto del grupo partió la mañana siguiente hacia La Honda, un paso de montaña de 4.155 metros SNM. En ese camino, la subida es muy empinada, y los precipicios aparecen junto a la senda durante casi todo el trayecto. Pero el esfuerzo tuvo su premio: en la cima, la majestuosidad del Aconcagua sorprendió a todos. Tras un descenso de seis horas - poco pronunciado pero constante-la columna arribó al valle de Los Patos Sur, a 2.800 metros SNM. Allí está el refugio de Gendarmería Ingeniero Sardina, una casa de hormigón armado que sólo está abierta en verano; a partir de marzo se cubre de nieve.
Tras un día descanso, los expedicionarios salieron hacia la frontera. Cinco horas les tomó atravesar el Valle Hermoso y la Vega Grande. A las piernas de la mayoría les faltaban fuerzas para afirmarse en la montura. Pero el perfil del busto de San Martín, que se dibujaba a los lejos, impulsaba a seguir apurando los animales.
Varias lágrimas se escaparon al desmontar. El zumbido del viento hacía difícil escuchar lo que los demás decían. Tras algunas fotos y abrazos, comenzó el regreso, lento pero firme, como un intento de estirar al máximo esa vida entre las montañas que, 191 años antes, fueron testigos de la marcha del Libertador.
Costos del viaje y contactos
Para más información sobre la expedición hay que ingresar a www.rutassanmartinianas.com.ar o enviar un correo electrónico a [email protected]. El valor de la expedición fue, este año, $ 1.400 por persona, lo que incluye una noche de alojamiento en la ciudad de San Juan, la comida de todos los días, y los equipos y animales para la expedición.