Buscan mejorar el rendimiento escolar con un yogurt probiótico

Buscan mejorar el rendimiento escolar con un yogurt probiótico

Lo tomarán 56.000 niños de zonas vulnerables.

15 Febrero 2008
Unos 56.000 niños de escuelas ubicadas en las zonas más vulnerables del Gran San Miguel recibirán durante el ciclo lectivo 2008 un vaso con yogurt probiótico más un complemento de hierro para ayudarles a su crecimiento y desarrollo físico e intelectual.
El programa se denomina "Yogurito escolar". El yogurt fue producido por el Centro de Referencia de Lactobacilos (Cerela) y se ejecutará en el marco del trabajo conjunto de los ministerios de Salud, Educación y Desarrollo Social. El plan será coordinado por la Secretaría de Articulación Territorial. Su titular, Gabriela González, dijo forma parte del Plan Alimentario Provincial, y se aplaicará en 57 escuelas ubicadas en la periferia del Gran San Miguel.
"El yogurt va a reemplazar a la copa de leche tres veces a la semana; es independiente al complemento nutricional que reciben en las escuelas. Pero, además, los días en que los niños coman frutas se les dará un suplemento de hierro para atacar la anemia, uno de los problemas más preocupantes que tiene la infancia", explicó.
La coordinadora del programa señaló que el año pasado se hizo una experiencia piloto en comedores de los Vázquez y en la Autopista Sur. Durante seis meses los chicos tomaron yogurt probiótico todos los días, y desde el Siprosa se proveyó medicinas para atacar a por lo menos nueve tipos de parásitos que les producían lesiones en la piel, manchas, debilidad física y bajo peso", explicó la profesional.
Agregó que los resultados fueron sorprendentes, porque al final del programa los chicos mejoraron su sistema inmunológico. "Las lesiones de la piel prácticamnete desaprecieron; pero no fue sólo el yogurt. Lógicamente, el programa fue acompañado por asistencia a las familias en cuanto a asesoramiento, buena alimentación y el cuidado de la higiene", explicó.

Contra la anemia
González señaló que la ministra de Educación, Silvia Rojkés de Temkin, reunió a la suspervisoras de zonas pedagógicas con el fin de concientizar la necesidad de que los docentes incluyan en el aula el aspecto nutricional. "Se sabe que el niño con la pancita vacía no aprende ni atiende. Además, en la provincia uno de los problemas de la infancia es la anemia, por deficiencia en la alimentación, a los niños les falta hierro", aseguró la funcionaria.
Explicó que se pretende que los niños de las 57 escuelas que ingresen al programa, desayunen antes de comenzar con los contenidos; a media mañana, se les dará el yogurt probiótico (tres veces a la semana) y un aporte semanal de hierro cuando les toque comer una fruta, por ejemplo, para una mejor absorción férrica.

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