Los tucumanos repudian la posible suba del cospel y se quejan del estado de los coches

La probabilidad de que el precio del cospel aumente $ 0,53 enfureció a los tucumanos. Así lo expresaron varios de ellos, que repudiaron la posible suba y destacaron que la medida sería injusta ya que la mayoría de las unidades aún circula en mal estado.

Consultados por LA GACETA, los usuarios recordaron que, pese al último incremento -que comenzó a aplicarse desde el 1 de julio de 2006-, fueron pocas las líneas de ómnibus que mejoraron el servicio.

"Nada prosperó desde aquella vez: los colectivos no cumplen con la frecuencia con la que deberían pasar y las unidades están en malas condiciones", se quejó Vanesa, pasajera de la línea 17.

Con ella coincidió Marta de Adán: "siempre viajo en los ómnibus 5, 6 y 9. El primero es un desastre, aunque los otros dos mejoraron un poco desde que el cospel cuesta $ 1,20".

"Es una exageración, espero que no suban el valor. Viajo cuatro veces por día y gasto $ 4,80. Con el incremento, pagaría $ 7 ¡Es todo un presupuesto", sostuvo José Oliva, usuario de la línea 1.

Ayer, las autoridades de la Asociación de Empresarios de Transporte Automotor de Tucumán (Aetat) presentaron un petitorio ante el Concejo Deliberante capitalino para que el precio del boleto urbano de colectivos cueste $ 1,73 en vez de $ 1,20.

Según argumentaron el presidente de la entidad, Cristóbal Cazorla, y el secretario, Rodolfo Funes, el cambio en el precio de los viajes se debe a que los empresarios deben costear subas significativas en varios ítems necesarios para el funcionamiento de los colectivos.

Sumado a esto, los empresarios plantearon que en las negociaciones salariales que llevan a cabo las cúpulas sindicales con el Gobierno, se estaría tratando un posible aumento salarial del 20 %, que será necesario costear, si se concreta.

Objeción
Por su parte, el titular de la Defensoría del Pueblo, Jorge García Mena, sostuvo que los empresarios del transporte no pueden pedir un aumento del boleto si el servicio no mejora. "La gente reclama constantemente por el mal estado de las unidades, las deficiencias en la frecuencia y la falta de seguridad", afirmó.

El ombudsman comentó que todas las defensorías del interior del país vienen reclamando ante la Nación que se distribuyan con criterio federal los fondos que subsidian parte del costo de combustible del transporte público. Mientras Buenos Aires recibe el 72 % de esos beneficios, al resto de las provincias sólo llega el 28 %.

"Queremos saber si en este nuevo pedido de aumento se contemplaron estos subsidios nacionales y si se agotaron las vías para reclamarlos. Un aumento en el transporte afecta seriamente a la clase trabajadora con menos recursos", advirtió. LA GACETA.com ©