21 Diciembre 2007
Como si fuese un regalo de Navidad, el oficialismo le dio ayer al Gobierno la sanción de una ley por la que se desafectaron los inmuebles que eran "intocables", por su carácter de Patrimonio Histórico, Cultural y Arquitectónico de la ciudad. En adelante, esos edificios podrán ser puestos a la venta a través de licitaciones públicas, para emplazar nuevos emprendimientos comerciales.
El debate del proyecto oficialista insumió una hora y media. Casi en soledad, los legisladores de la oposición Luis José Bussi y Ricardo Bussi (FR), José Manuel Cano (UCR), Osvaldo Cirnigliaro (Partido Laborista) y Esteban Jerez (Recrear) expresaron sus objeciones, cada uno a su turno, pero sus argumentos fueron en vano, ante la fuerza de los números al momento de la votación.
La legisladora Carolina Vargas Aignasse (PJ) fue la voz cantante del proyecto oficialista, por su rol de presidenta de la comisión de Legislación General. "No debemos tenerle miedo a la inversión privada, no sólo para disfrutar del patrimonio, sino también de la modernización", afirmó al abrir las deliberaciones sobre el tema. "Al analizar las conveniencias, debemos despojarnos de las posiciones políticas, para preguntarnos qué queremos de nuestra ciudad", insistió. Luego, Vargas Aignasse puso como ejemplo a las ciudades de Rosario y de Córdoba, donde hubo una armonía exitosa -dijo-, entre modernización, desarrollo urbanístico y patrimonio. "El Patio Olmos, es un ejemplo, como puede ser un buen ejemplo la Casa Nougués en nuestra ciudad", remarcó.
Su par Roque Alvarez mencionó que el debate que surgió a través de la prensa, ha movilizado el tema, porque ahora se descubrió que hay edificios que ante no se tenían en cuenta como patrimonio histórico. Cuando llegó el turno de la oposición, Luis José Bussi cuestionó la política oficial. "Hoy no sabemos quién manda en la ciudad. Si Amaya, Alfaro o Alperovich", dijo con ironía. Además, recordó que la Legislatura anterior aprobó, en 2004, la nómina de edificios que debían permanecer inalterables por su carácter histórico. Bussi resaltó que muchos legisladores que aprobaron aquella ley, ahora cambiaron de opinión y están por subastar esos edificios.
Por su parte, el radical José Cano también les recordó a sus pares que no se puede borrar con el codo -dijo-, lo que se escribió con la mano. "Muchos legisladores (reelectos por el oficialismo) votaron la ley del patrimonio (7.535), pero ahora el pensamiento único no les permite discernir, porque pertenecen a un proyecto político. Por no hacerles pasar vergüenza a mis colegas no voy a leer los argumentos que dieron hace dos años -advirtió-; aquí se cambian las posiciones de un día para el otro por decisión de una persona. Qué se hará en esos edificios, quedará en manos de su majestad, José Alperovich", planteó. José Gutiérrez (PJ) dijo que a quienes ponen palos en la rueda, Perón solía calificarlos como "bosta de paloma". Carlos Canevaro también defendió el proyecto alperovichista que permitirá -precisó- el crecimiento de la ciudad y nuevas inversiones. Jerez, se preguntó a quién se quiere beneficiar con esta ley; mientras que Alfredo Conte (PJ) avaló la propuesta. "Hace décadas, Yerba Buena era un descampado y hoy es una ciudad repleta de countries", mencionó.
Cirnigliaro, por su parte, señaló que hay un interés inmobiliario. "Cuando todo se mide a través del dinero se afecta el pasado y el futuro", precisó. Al final, la votación terminó con 39 votos a favor y cuatro en contra, ya que el resto estaba en el recinto en ese momento.
El debate del proyecto oficialista insumió una hora y media. Casi en soledad, los legisladores de la oposición Luis José Bussi y Ricardo Bussi (FR), José Manuel Cano (UCR), Osvaldo Cirnigliaro (Partido Laborista) y Esteban Jerez (Recrear) expresaron sus objeciones, cada uno a su turno, pero sus argumentos fueron en vano, ante la fuerza de los números al momento de la votación.
La legisladora Carolina Vargas Aignasse (PJ) fue la voz cantante del proyecto oficialista, por su rol de presidenta de la comisión de Legislación General. "No debemos tenerle miedo a la inversión privada, no sólo para disfrutar del patrimonio, sino también de la modernización", afirmó al abrir las deliberaciones sobre el tema. "Al analizar las conveniencias, debemos despojarnos de las posiciones políticas, para preguntarnos qué queremos de nuestra ciudad", insistió. Luego, Vargas Aignasse puso como ejemplo a las ciudades de Rosario y de Córdoba, donde hubo una armonía exitosa -dijo-, entre modernización, desarrollo urbanístico y patrimonio. "El Patio Olmos, es un ejemplo, como puede ser un buen ejemplo la Casa Nougués en nuestra ciudad", remarcó.
Su par Roque Alvarez mencionó que el debate que surgió a través de la prensa, ha movilizado el tema, porque ahora se descubrió que hay edificios que ante no se tenían en cuenta como patrimonio histórico. Cuando llegó el turno de la oposición, Luis José Bussi cuestionó la política oficial. "Hoy no sabemos quién manda en la ciudad. Si Amaya, Alfaro o Alperovich", dijo con ironía. Además, recordó que la Legislatura anterior aprobó, en 2004, la nómina de edificios que debían permanecer inalterables por su carácter histórico. Bussi resaltó que muchos legisladores que aprobaron aquella ley, ahora cambiaron de opinión y están por subastar esos edificios.
Por su parte, el radical José Cano también les recordó a sus pares que no se puede borrar con el codo -dijo-, lo que se escribió con la mano. "Muchos legisladores (reelectos por el oficialismo) votaron la ley del patrimonio (7.535), pero ahora el pensamiento único no les permite discernir, porque pertenecen a un proyecto político. Por no hacerles pasar vergüenza a mis colegas no voy a leer los argumentos que dieron hace dos años -advirtió-; aquí se cambian las posiciones de un día para el otro por decisión de una persona. Qué se hará en esos edificios, quedará en manos de su majestad, José Alperovich", planteó. José Gutiérrez (PJ) dijo que a quienes ponen palos en la rueda, Perón solía calificarlos como "bosta de paloma". Carlos Canevaro también defendió el proyecto alperovichista que permitirá -precisó- el crecimiento de la ciudad y nuevas inversiones. Jerez, se preguntó a quién se quiere beneficiar con esta ley; mientras que Alfredo Conte (PJ) avaló la propuesta. "Hace décadas, Yerba Buena era un descampado y hoy es una ciudad repleta de countries", mencionó.
Cirnigliaro, por su parte, señaló que hay un interés inmobiliario. "Cuando todo se mide a través del dinero se afecta el pasado y el futuro", precisó. Al final, la votación terminó con 39 votos a favor y cuatro en contra, ya que el resto estaba en el recinto en ese momento.