10 Octubre 2007

BUENOS AIRES. En el histórico edificio del viejo Congreso Nacional, que es sede de la Academia Nacional de la Historia, disertó ayer el académico de número doctor Carlos Páez de la Torre (h), en el acto de homenaje al general Gregorio Aráoz de La Madrid (1795-1857), en el sesquicentenario de su muerte.
A la ceremonia, que estuvo presidida por el titular de la Academia, doctor César García Belsunce, asistió numeroso público. Páez de la Torre tituló su disertación "Genio y figura de La Madrid en sus memorias". Analizó el texto autobiográfico del guerrero tucumano, que estuvo inédito hasta 1895, año en que lo editó por primera vez el Gobierno de Tucumán. Marcó los aspectos más coloridos y reveladores de aquellas "Memorias", y se detuvo en los interrogantes que la versión de La Madrid plantea respecto a los sucesos de las campañas de la Independencia y de las guerras civiles de los que fue protagonista destacado.
Examinó ángulos como las relaciones de La Madrid con personajes como Manuel Belgrano, Juan Manuel de Rosas, Manuel Dorrego o José María Paz, además de ahondar en las peripecias personales del evocado: la impresionante cantidad de heridas que recibió en los combates, su vena poética, sus tentaciones respecto de los dulces y la comida criolla, entre otras. También revisó los antecedentes familiares del prócer y narró la tragedia que rodeó el traslado de sus restos a Tucumán en 1895, cuando el gobernador Benjamín Aráoz murió repentinamente durante la ceremonia. Terminó subrayando que, si La Madrid no fue una figura fundamental de nuestra historia, el arrojo que lo llevó a participar en más de 130 combates, su espíritu de sacrificio y su honestidad a toda prueba, lo colocan entre los grandes argentinos cuya figura merece honrarse.
A la ceremonia, que estuvo presidida por el titular de la Academia, doctor César García Belsunce, asistió numeroso público. Páez de la Torre tituló su disertación "Genio y figura de La Madrid en sus memorias". Analizó el texto autobiográfico del guerrero tucumano, que estuvo inédito hasta 1895, año en que lo editó por primera vez el Gobierno de Tucumán. Marcó los aspectos más coloridos y reveladores de aquellas "Memorias", y se detuvo en los interrogantes que la versión de La Madrid plantea respecto a los sucesos de las campañas de la Independencia y de las guerras civiles de los que fue protagonista destacado.
Examinó ángulos como las relaciones de La Madrid con personajes como Manuel Belgrano, Juan Manuel de Rosas, Manuel Dorrego o José María Paz, además de ahondar en las peripecias personales del evocado: la impresionante cantidad de heridas que recibió en los combates, su vena poética, sus tentaciones respecto de los dulces y la comida criolla, entre otras. También revisó los antecedentes familiares del prócer y narró la tragedia que rodeó el traslado de sus restos a Tucumán en 1895, cuando el gobernador Benjamín Aráoz murió repentinamente durante la ceremonia. Terminó subrayando que, si La Madrid no fue una figura fundamental de nuestra historia, el arrojo que lo llevó a participar en más de 130 combates, su espíritu de sacrificio y su honestidad a toda prueba, lo colocan entre los grandes argentinos cuya figura merece honrarse.
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