Golpearon con un pedazo de hormigón a un adolescente

Indignación. Sufrimiento. Impotencia. Cuando el médico dio el informe sobre el estado de Emanuel Alvarez, de 17 años, en los pasillos del hospital Padilla retumbaron la angustia y las expresiones de dolor de cientos de personas que esperaban una mejora. El muchacho, que fue golpeado en la nuca con un trozo de cemento por una patota, en la zona del ex Mercado de Abasto, tiene muerte cerebral.

Emanuel, que cursa el último año del secundario en la Escuela de Comercio N0 1, fue atacado el martes pasado, a las 21. El joven vive en Libertad 314 (La Ciudadela) y aquella noche iba a comer una pizza a la casa de un amigo, en Las Piedras 1.730. "Salió a comprar una gaseosa y en la esquina fue interceptado por José ?El Pelao? Cabrera, que le quiso robar la plata", relató Marta Alvarez Toledo, tía de la víctima. "Como mi sobrino estaba harto de que los Cabrera -que son los dueños de ?El Triángulo?- le roben cosas, se resistió", contó.

Cintia Alvarez, de 20 años, prima de Emanuel, dijo que vio la pelea y que logró separarlos. En ese momento, Cabrera estaba acompañado por un grupo de personas. "Lo agarré del brazo a Emanuel y me lo llevé a la casa. Pero caminamos unos metros y, de golpe, mi primo cayó al piso. ?El Pelao? Cabrera había sacado un pedazo de un cordón de la vereda y se lo había tirado en la nuca", relató la joven. "Salieron corriendo y se escondieron en el edificio del ex Abasto", añadió.

Minutos después, Emanuel fue llevado al hospital Padilla. En tanto, su padre, Rodolfo, salió con un compañero en un auto y también fueron atacados por una pandilla, contaron los familiares. "Eran como 20 personas. Estaban todos los Cabrera, hasta niños y mujeres", relató Alvarez Toledo. "Además, apedrearon la casa de mi sobrino", dijo.

Cuando Emanuel llegó al Padilla, fue intervenido de urgencia a raíz de los hematomas que tenía en la cabeza y quedó internado en la Unidad Respiratoria, en estado gravísimo, donde continuaba hasta anoche, confirmó el director del hospital, Eugenio Lobo.

Más de 100 personas, entre allegados y amigos de Emanuel, permanecen en el hospital acompañando a la familia del muchacho. Los vecinos de La Ciudadela dijeron que la patota de los Cabrera se ha adueñado de la zona y que ya no pueden vivir en paz. "Tenemos mucho miedo. El destacamento policial está frente a ?El Triángulo?, adonde vive la pandilla, pero la Policía no hace nada. No queremos vivir más inseguros", resumió Alvarez Toledo, y las vecinas asintieron.


El principal sospechoso del brutal ataque que sufrió el joven Emanuel Alvarez ya estuvo acusado por un crimen, según informó la Policía. Se trata de José Humberto "El Pelao" Cabrera, de 40 años, quien hasta anoche continuaba prófugo, detalló el jefe de la seccional 30, el comisario Juan José Gómez.

Cabrera fue imputado en el asesinato del hincha de Talleres de Córdoba, Roque Hernán Villarruel, el 18 de abril de 2003. Un ómnibus con simpatizantes de Talleres, que ese día jugaba con San Martín, se estacionó en avenida Roca al 1.800. Los viajeros se instalaron en la platabanda y allí fueron atacados por más de 20 personas, entre las que estaba Cabrera, quien disparó a quemarropa, e hirió de muerte a Villarruel, según la Justicia.

Ayer, la Policía hizo un allanamiento en el Triángulo, en el pasaje Campo de Las Carreras al 1.800, donde detuvieron a un joven de 20 años que habría participado en la pelea. Gómez indicó que Cabrera y su hijo son los principales acusados en el hecho.