12 Mayo 2006
Escaso público se vio esta madrugada en los numerosos pubs de la zona del Abasto. LA GACETA / HECTOR PERALTA
Seductora, alcohólica, incansable, desenfrenada y enigmática, la noche tucumana fue irresistible. Tanto es así, que no frenó su expansión. La calle San Juan, desde Salta hasta Marco Avellaneda, los alrededores la plaza Alberdi, el cuestionado Abasto, las manzanas más top de Barrio Norte y los abandonados ingenios de los pueblos del interior se sumaron a los consolidados circuitos de Yerba Buena y del parque 9 de Julio. Pero ahora las cosas cambiaron. Tiene que quitarse el maquillaje y meter temprano su resaca entre las sábanas. La noche tiene límites.
Con perplejidad y ausencias, debutó esta madrugada el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) provincial que establece el cierre de los boliches a las 4. Debido a que anoche aún no había comenzado el fin de semana, los locales bailables cerraron sus puertas, sin quejas, en el horario establecido, ya que hubo poco movimiento nocturno. La prueba de fuego será esta madrugada, cuando 100.000 tucumanos salgan a divertirse, según cifras de la Cámara de Propietarios de Discotecas y Afines de Tucumán.
El presidente de la Cámara, Rodolfo Di Pinto, se mostró bastante escéptico. "Esto es un desastre. Siguen metiéndole parches a la noche en vez de buscarle una solución definitiva al problema de la inseguridad. Me parece correcto que se limite el horario de salida, pero debería orientarse esa medida hacia los menores de 21 años, en vez de generalizar. Anoche no hubo demasiados controles, pero sí mucha confusión, porque los comerciantes todavía no tienen en claro cómo se implementará el decreto", consideró.
De hecho, Alfredo y Elizabeth, encargados de dos quioscos ubicados frente a la plaza Independencia, reconocieron que no comprenden el alcanza del DNU. "Antes, la venta de bebidas alcohólicas estaba prohibida desde las 11 en adelante. Ahora, dicen que hasta las 3 se puede vender alcohol. No comprendemos por qué, si lo que se quiere es limitar los excesos nocturnos, se extiende el expendio de bebidas", consideraron.
Di Pinto explicó que la Cámara que él preside brindó a los boliches asociados una charla, para explicarles los alcances de la nueva normativa. "El problema es que, aunque se enciendan las luces a las 4 y se le pida al cliente que abandone el local, los chicos se revelarán", indicó.
Incluso anoche, en una disco de Yerba Buena, un grupo de jóvenes bailó contra el decreto. "Andate a dormir vos, yo quiero estar de la cabeza, poder tomarme una cerveza, y emborrachar mi corazón", cantaron los jóvenes en declarada oposición a la decisión del gobernador José Alperovich.
Di Pinto también puso en duda la eficacia del servicio de colectivos nocturno. "Sólo en esta capital, salen cada viernes y sábada 40.000 personas por noche. ¿A toda esa gente piensan movilizarla con 28 unidades?", cuestionó.
Los chicos opinan...
"Yo no estoy de acuerdo con esto porque será más inseguro. Ninguna mujer saldrá del boliche a las 4 y se subirá a un ómnibus con todos los borrachos que habrá ahí adentro", se quejó Romina Acosta, de 16 años. Juana Acosta, de 15 años, se plegó a las lamentaciones. "No voy a tomar un colectivo porque no caminaré, de noche, desde la parada hasta mi casa".
Quienes sí se mostraron a favor de la norma fueron los adultos. Raúl Robles, padre de dos adolescentes, consideró que se trata de una buena decisión. "De este modo, los chicos se acostumbrarán a salir más temprano y a volver antes del amanecer. En esta provincia estamos inseguros las 24 horas del día, así que no creo que aporte seguridad. Lo correcto es que se modificarán los hábitos".
Teresa Roldán, de 53 años, dijo: "cuando mis hijos iban a bailar (ahora son grandes) regresaban un poco más temprano que ahora. Pero no hay que olvidarse que la familia es la responsable del cuidado y de los valores", concluyó.
Con perplejidad y ausencias, debutó esta madrugada el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) provincial que establece el cierre de los boliches a las 4. Debido a que anoche aún no había comenzado el fin de semana, los locales bailables cerraron sus puertas, sin quejas, en el horario establecido, ya que hubo poco movimiento nocturno. La prueba de fuego será esta madrugada, cuando 100.000 tucumanos salgan a divertirse, según cifras de la Cámara de Propietarios de Discotecas y Afines de Tucumán.
El presidente de la Cámara, Rodolfo Di Pinto, se mostró bastante escéptico. "Esto es un desastre. Siguen metiéndole parches a la noche en vez de buscarle una solución definitiva al problema de la inseguridad. Me parece correcto que se limite el horario de salida, pero debería orientarse esa medida hacia los menores de 21 años, en vez de generalizar. Anoche no hubo demasiados controles, pero sí mucha confusión, porque los comerciantes todavía no tienen en claro cómo se implementará el decreto", consideró.
De hecho, Alfredo y Elizabeth, encargados de dos quioscos ubicados frente a la plaza Independencia, reconocieron que no comprenden el alcanza del DNU. "Antes, la venta de bebidas alcohólicas estaba prohibida desde las 11 en adelante. Ahora, dicen que hasta las 3 se puede vender alcohol. No comprendemos por qué, si lo que se quiere es limitar los excesos nocturnos, se extiende el expendio de bebidas", consideraron.
Di Pinto explicó que la Cámara que él preside brindó a los boliches asociados una charla, para explicarles los alcances de la nueva normativa. "El problema es que, aunque se enciendan las luces a las 4 y se le pida al cliente que abandone el local, los chicos se revelarán", indicó.
Incluso anoche, en una disco de Yerba Buena, un grupo de jóvenes bailó contra el decreto. "Andate a dormir vos, yo quiero estar de la cabeza, poder tomarme una cerveza, y emborrachar mi corazón", cantaron los jóvenes en declarada oposición a la decisión del gobernador José Alperovich.
Di Pinto también puso en duda la eficacia del servicio de colectivos nocturno. "Sólo en esta capital, salen cada viernes y sábada 40.000 personas por noche. ¿A toda esa gente piensan movilizarla con 28 unidades?", cuestionó.
Los chicos opinan...
"Yo no estoy de acuerdo con esto porque será más inseguro. Ninguna mujer saldrá del boliche a las 4 y se subirá a un ómnibus con todos los borrachos que habrá ahí adentro", se quejó Romina Acosta, de 16 años. Juana Acosta, de 15 años, se plegó a las lamentaciones. "No voy a tomar un colectivo porque no caminaré, de noche, desde la parada hasta mi casa".
Quienes sí se mostraron a favor de la norma fueron los adultos. Raúl Robles, padre de dos adolescentes, consideró que se trata de una buena decisión. "De este modo, los chicos se acostumbrarán a salir más temprano y a volver antes del amanecer. En esta provincia estamos inseguros las 24 horas del día, así que no creo que aporte seguridad. Lo correcto es que se modificarán los hábitos".
Teresa Roldán, de 53 años, dijo: "cuando mis hijos iban a bailar (ahora son grandes) regresaban un poco más temprano que ahora. Pero no hay que olvidarse que la familia es la responsable del cuidado y de los valores", concluyó.