El otoño comenzó un día antes y tendrá meses cálidos

Unos aprovechan que el calor se disipa para mimarse más y comer los dulces que atentan contra el traje de baño. Otros, embargados por una tristeza a la que no encuentran explicación, prefieren la cama a la calle y la soledad a las multitudes. Cuando el otoño asoma, no sólo las hojas de los árboles tambalean, sino también las reacciones del alma y la motricidad del cuerpo. Afloran las alergias y la melancolía; quienes están acompañados aseguran llevarlo mejor.
Este año, la llegada del otoño se adelantó un día. El equinoccio (palabra latina, cuyo significado es que la noche dura lo mismo que el día) se produjo ayer a la siesta. "La Tierra no se mueve a una velocidad constante. Cuando se acerca al Sol, se acelera, y cuando se aleja, va más lento. Este cambio no está sincronizado con los 365 días del año, lo que produce una variación en el fin o en el inicio de las estaciones. En promedio suceden un 21, pero hay años en que lo hacen un 20 o un 22", explicó Alberto Mansilla, del Observatorio de Ampimpa.

Seco, pocas lluvias y calor
Juan Minetti, del Laboratorio Climatológico Sudamericano, dijo que este otoño será caliente. "A fin de marzo y principio de abril hará frío. Cerca del 10 de ese mes habrá lluvias, pero mayo, junio y julio serán cálidos", aseguró. Pese a las lumínicas perspectivas, hay quienes no disfrutan del otoño. "Me pesa el cuerpo y me deprimo. Todo me cuesta más, sobre todo levantarme temprano", confesó Elvira Ruiz, de 28 años. "Me pongo melancólica; me la paso recordando buenos momentos y comiendo más", dijo María Padrós (22).
Estos cuadros podrían responder al Trastorno Afectivo Emocional, que ataca en otoño. "Es un tipo de trastorno depresivo. Quien tiende a la depresión o a la ansiedad se sentirá peor en esta época, aunque también en primavera", explicó Arnoldo Fiorio, especialista en trastornos de la ansiedad. "La glándula pineal secreta melatonina, que regula los ciclos biológicos de luz y de sombra. Cuando la luz cae baja su actividad y, como somos animales diurnos, nuestras actividades también disminuyen. Como en invierno hay menos luz, el reloj interno de cada uno cambia y hay quienes se sienten decaídos. Lo mejor es hacer ejercicio y vencer la tentación de quedarse en la cama", recomendó.
Otro mal que recrudece en otoño son las alergias. "Los cambios de clima afectan a todos, pero más a los alérgicos. El 80% de las consultas son de niños con espasmo bronquial alérgico, que tiene cierta carga hereditaria y es típico en esta época del año", dijo el alergista Eduardo Alurralde.