"Hay que trabajar la orientación vocacional desde la primaria"

"Sería horrible. Me muero", exclama Andrea Carmona cuando le preguntan qué sentiría ante un aplazo. Se comprende: en trece de sus 18 años de vida, esta chica de Villa Carmela que reivindica la escuela pública -o, por lo menos, la que le tocó en suerte -nunca aprobó con menos de 9. Sin embargo, rápido le cambia el rumbo a la respuesta, y reflexiona: "fracasar no es tanto no haber llegado a lo máximo, como no haberlo intentado nunca. Si yo sé que di lo mejor de mí, y me fue mal, entonces no puedo reprocharme nada".

-¿Que valoración hacés de la escuela pública?
- Pienso que mi colegio es distinto de los demás; porque escucho a muchos chicos que vienen de colegios públicos, y que dicen que no han aprendido nada. En mi caso, mi colegio me ha parecido excelente; teníamos muy buenos profesores. Tanto 8º como 9º me han parecido excelentes, y eso que todavía no habíamos elegido la modalidad.

-Vos defendés el Polimodal cuando pocos lo hacen...
-Sí, porque me parece que es importante ir trabajando desde chica en lo que te gusta. Por eso, me parece importante que ya en la escuela primaria les vayan dando herramientas, y orientación vocacional, para que vayan sabiendo que al llegar al Polimodal ya tienen que elegir orientación: que no es lo mismo imaginarse como médico que imaginarse trabajando en una empresa, por ejemplo.

-¿En cuánto incide el profesor para que un chico defina su orientación vocacional?
-El profesor tiene una gran tarea respecto de eso. Muchas veces los chicos dicen "no me gusta Lengua porque el profesor es malo". Es raro que a un chico le guste una materia en la cual el profesor lo está torturando todo el tiempo, y que hace la clase aburrida.

-¿Cómo te sentís en la Universidad? ¿Te costó "el primer día"?
-Fue muy bueno. Con los cuatro amigos que venimos del San Martín, ya sabíamos con qué nos íbamos a encontrar. Ya aprobé con 9,50 un primer examen de Matemática -que no era eliminatorio, sino que era una nivelación.

-¿Y en cuanto a la vida institucional de la Universidad?
-Me fui adaptando rápido. Es que me gusta mucho hablar con la gente.

-¿Te ves como dirigente estudiantil?
-No, no me gusta mucho. Me gusta más el poder económico que el político. Además, en el Colegio, los que eran dirigentes del Centro de Estudiantes no tenían muy buena fama. Los más vagos eran los dirigentes del centro. Los buenos alumnos no se metían en eso. En la Universidad, no sé. Los dirigentes sólo se ocupaban de organizar rifas, bailes. En realidad, el dirigente estudiantil debería tener un perfil diferente.

-¿Y qué es lo que te merece reflexión del poder económico?
-En el colegio siempre analizábamos el Suplemento de Economía y Finanzas de LA GACETA. Me gusta ver en qué invierte el poder público; cuáles son las estrategias; cómo se articula la relación con el FMI...

-¿Dónde te ves en el futuro?
-Me veo como ministra de Economía de la Provincia, o trabajando en una gran empresa, y dando lo mejor de mí misma.

-Si fueras ministra de Economía ¿cuál sería tu primera medida?
-Crearía fuentes de trabajo, ya que la persona se siente mejor trabajando que recibiendo regalos del Estado, porque eso favorece el conformismo. Es verdad que hay gente a la que le dan un plan porque lo necesita. Pero hay otras personas que prefieren seguir cobrando un plan en vez de trabajar. Pienso que a las cosas hay que ganárselas con el esfuerzo propio, a través de un empleo; no me gusta lo que viene de arriba ni ningún tipo de dádiva.