01 Agosto 2005
RIAD.- El rey Fahd de Arabia Saudita falleció este lunes a la edad de 84 años, tras más de dos décadas de reinado sobre el mayor productor y exportador mundial de petróleo, y fue sucedido por su medio hermano, el príncipe heredero Abdalá ben Abdel Aziz. Fahd, cuyo nombre significa "leopardo" en árabe, había accedido en 1982 al trono de Arabia Saudita, el país con mayores reservas de petróleo del planeta.
El príncipe heredero Abdalá ben Abdel Aziz, de 82 años, es el nuevo monarca, en tanto el ministro de Defensa Sultan ben Abdel Aziz se convirtió en príncipe heredero, anunció la televisión oficial saudita.
Enfermo desde hacía varios años, el rey Fahd estaba hospitalizado desde el 27 de mayo. Su salud se había deteriorado a raíz de una embolia cerebral en 1995, obligándolo a dejar el poder en manos de su medio hermano Abdalá, quien gobernaba de facto el reino desde hace años. Según fuentes médicas del Hospital Rey Faisal, la muerte del soberano se produjo en la madrugada del lunes. Las cuatro cadenas de televisión oficial saudita, una de ellas en lengua inglesa, interrumpieron el lunes su programación para difundir versículos del Corán antes de anunciar la muerte del rey.
"Plegarias en la memoria de Fahd serán pronunciadas el martes por la tarde en la mezquita del imán Turki ben Abdalá (en Riad)", afirmó la televisión, que no anunció la fecha de la inhumación.
"Los miembros de la familia real han jurado lealtad al nuevo rey Abdalá", informó la televisión, que agregó que este último "eligió a Sultan ben Abdel Aziz como príncipe heredero".
El príncipe Sultan, nacido en 1928, encabeza el ministerio de Defensa y Aviación saudita desde 1963.
Como todos los que le precedieron, el rey Fahd mantenía estrechos vínculos con Estados Unidos, aunque estos se vieron puestos a prueba tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, ya que 15 de sus 19 autores resultaron ser sauditas.v Pese a su alianza con Washington, en los últimos años del reinado de Fahd Arabia Saudita tomó distancia de algunos aspectos de la diplomacia estadounidense impopulares en el mundo árabe.
De todos modos, desde hace dos años, Arabia Saudita libra una lucha sin cuartel contra los partidarios de la red terrorista Al Qaida, autores de una serie de atentados letales en el reino, que apuntan directamente al régimen, y no sólo a los extranjeros que viven allí.
Pese a los esfuerzos de los neoconservadores estadounidenses, que alimentan una campaña anti-saudita en Estados Unidos, el príncipe Abdalá mantiene vínculos directos con el presidente George W. Bush, principalmente mediante frecuentes conversaciones telefónicas.
Su reciente visita en abril a la hacienda texana de Bush y la cálida bienvenida recibida entonces atestiguan sus excelentes relaciones personales, pero sobre todo la mejora de las relaciones bilaterales desde el 11 de septiembre.
Poco después del anuncio oficial del deceso de Fahd, un responsable petrolero saudita indicó a la AFP que su país continuaría asegurando el abastecimiento necesario para la estabilidad del mercado petrolero mundial.
La primera reacción internacional por el deceso correspondió a la presidencia de Francia, que expresó la "inmensa emoción" y "profunda tristeza" de ese país por la muerte del rey Fahd, "jefe de Estado amigo y respetado soberano".
El presidente egipcio Hosni Mubarak también lamentó la muerte del monarca saudita y declaró tres días de duelo oficial en su país. Por su parte, el secretario general de la Liga Arabe, Amr Mussa, anunció el aplazamiento de la cumbre árabe extraordinaria prevista inicialmente para el 3 de agosto en Charm el Cheij (Egipto). (AFP-NA)
El príncipe heredero Abdalá ben Abdel Aziz, de 82 años, es el nuevo monarca, en tanto el ministro de Defensa Sultan ben Abdel Aziz se convirtió en príncipe heredero, anunció la televisión oficial saudita.
Enfermo desde hacía varios años, el rey Fahd estaba hospitalizado desde el 27 de mayo. Su salud se había deteriorado a raíz de una embolia cerebral en 1995, obligándolo a dejar el poder en manos de su medio hermano Abdalá, quien gobernaba de facto el reino desde hace años. Según fuentes médicas del Hospital Rey Faisal, la muerte del soberano se produjo en la madrugada del lunes. Las cuatro cadenas de televisión oficial saudita, una de ellas en lengua inglesa, interrumpieron el lunes su programación para difundir versículos del Corán antes de anunciar la muerte del rey.
"Plegarias en la memoria de Fahd serán pronunciadas el martes por la tarde en la mezquita del imán Turki ben Abdalá (en Riad)", afirmó la televisión, que no anunció la fecha de la inhumación.
"Los miembros de la familia real han jurado lealtad al nuevo rey Abdalá", informó la televisión, que agregó que este último "eligió a Sultan ben Abdel Aziz como príncipe heredero".
El príncipe Sultan, nacido en 1928, encabeza el ministerio de Defensa y Aviación saudita desde 1963.
Como todos los que le precedieron, el rey Fahd mantenía estrechos vínculos con Estados Unidos, aunque estos se vieron puestos a prueba tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, ya que 15 de sus 19 autores resultaron ser sauditas.v Pese a su alianza con Washington, en los últimos años del reinado de Fahd Arabia Saudita tomó distancia de algunos aspectos de la diplomacia estadounidense impopulares en el mundo árabe.
De todos modos, desde hace dos años, Arabia Saudita libra una lucha sin cuartel contra los partidarios de la red terrorista Al Qaida, autores de una serie de atentados letales en el reino, que apuntan directamente al régimen, y no sólo a los extranjeros que viven allí.
Pese a los esfuerzos de los neoconservadores estadounidenses, que alimentan una campaña anti-saudita en Estados Unidos, el príncipe Abdalá mantiene vínculos directos con el presidente George W. Bush, principalmente mediante frecuentes conversaciones telefónicas.
Su reciente visita en abril a la hacienda texana de Bush y la cálida bienvenida recibida entonces atestiguan sus excelentes relaciones personales, pero sobre todo la mejora de las relaciones bilaterales desde el 11 de septiembre.
Poco después del anuncio oficial del deceso de Fahd, un responsable petrolero saudita indicó a la AFP que su país continuaría asegurando el abastecimiento necesario para la estabilidad del mercado petrolero mundial.
La primera reacción internacional por el deceso correspondió a la presidencia de Francia, que expresó la "inmensa emoción" y "profunda tristeza" de ese país por la muerte del rey Fahd, "jefe de Estado amigo y respetado soberano".
El presidente egipcio Hosni Mubarak también lamentó la muerte del monarca saudita y declaró tres días de duelo oficial en su país. Por su parte, el secretario general de la Liga Arabe, Amr Mussa, anunció el aplazamiento de la cumbre árabe extraordinaria prevista inicialmente para el 3 de agosto en Charm el Cheij (Egipto). (AFP-NA)