24 Mayo 2005
El control de Asunt, la obra social de la UNT, pasará en unos meses a manos de sus afiliados, quienes elegirán a los miembros del directorio mediante el voto directo.
Así lo decidió anoche, luego de un prolongado debate en sesión extraordinaria, el Consejo Superior de la UNT. La comisión de Interpretación y Reglamento, a la que se le había encargado estudiar y proponer una salida a la grave crisis que afronta Asunt, entregó dos dictámenes, uno por la mayoría y otro por la minoría. Los informes, diferentes en sus argumentaciones pero similares en sus propuestas, difirieron en un punto sustancial, lo que acabó por disparar un debate de casi cuatro horas. El conflicto se generó en torno de la realización de una consulta no vinculante a los afiliados, para que opinen respecto de si la obra social debía independizarse de la UNT, como exigen los no docentes.
Luego de casi 20 intervenciones a favor y en contra de realizar un plebiscito, el rector Mario Marigliano propuso un cuarto intermedio para reunirse con los integrantes del dictamen mayoritario (impulsores del referéndum) y los de la minoría (opositores a la consulta) para intentar alcanzar un consenso. Tras media hora de deliberaciones en el despacho del rector, los consejeros salieron con una propuesta unificada, en la que se aceptó prorrogar la discusión sobre el plebiscito y aprobar el dictamen de la mayoría.
Lo curioso de esto, según subrayaron varios consejeros, es que mientras se postergó el debate sobre el referéndum, se decidió incorporar al texto consensuado un punto del dictamen de la minoría, que dice lo siguiente: "ratificar la pertenencia de Asunt a la UNT, como consecuencia del ejercicio de autonomía universitaria y de su derecho de propiedad". De este modo se invalidó de hecho el sentido de una consulta futura al respecto, según consignaron algunos de los cinco consejeros estudiantiles que se abstuvieron y el consejero no docente, Alejandro Maldonado, el único que votó contra la propuesta.
El texto aprobado
Otros puntos que se aprobaron por 21 votos a favor fueron: modificar el estatuto de Asunt, de modo que el directorio (conformado por cinco docentes, tres no docentes y un jubilado) sea electo por el voto directo de los afiliados y que el presidente sea elegido de entre sus miembros. También se resolvió crear una comisión de fiscalización, que informará al Consejo Superior todo sobre la obra social además de fijar topes salariales y congelar la planta de personal de Asunt. Estas medidas, entre otras, empezarán a regir cuando sean renovadas las autoridades de Asunt, en cinco meses.
Marigliano informó además que la Superintendencia de Obras Sociales de la Nación aceptó realizar una auditoría en Asunt.
Así lo decidió anoche, luego de un prolongado debate en sesión extraordinaria, el Consejo Superior de la UNT. La comisión de Interpretación y Reglamento, a la que se le había encargado estudiar y proponer una salida a la grave crisis que afronta Asunt, entregó dos dictámenes, uno por la mayoría y otro por la minoría. Los informes, diferentes en sus argumentaciones pero similares en sus propuestas, difirieron en un punto sustancial, lo que acabó por disparar un debate de casi cuatro horas. El conflicto se generó en torno de la realización de una consulta no vinculante a los afiliados, para que opinen respecto de si la obra social debía independizarse de la UNT, como exigen los no docentes.
Luego de casi 20 intervenciones a favor y en contra de realizar un plebiscito, el rector Mario Marigliano propuso un cuarto intermedio para reunirse con los integrantes del dictamen mayoritario (impulsores del referéndum) y los de la minoría (opositores a la consulta) para intentar alcanzar un consenso. Tras media hora de deliberaciones en el despacho del rector, los consejeros salieron con una propuesta unificada, en la que se aceptó prorrogar la discusión sobre el plebiscito y aprobar el dictamen de la mayoría.
Lo curioso de esto, según subrayaron varios consejeros, es que mientras se postergó el debate sobre el referéndum, se decidió incorporar al texto consensuado un punto del dictamen de la minoría, que dice lo siguiente: "ratificar la pertenencia de Asunt a la UNT, como consecuencia del ejercicio de autonomía universitaria y de su derecho de propiedad". De este modo se invalidó de hecho el sentido de una consulta futura al respecto, según consignaron algunos de los cinco consejeros estudiantiles que se abstuvieron y el consejero no docente, Alejandro Maldonado, el único que votó contra la propuesta.
El texto aprobado
Otros puntos que se aprobaron por 21 votos a favor fueron: modificar el estatuto de Asunt, de modo que el directorio (conformado por cinco docentes, tres no docentes y un jubilado) sea electo por el voto directo de los afiliados y que el presidente sea elegido de entre sus miembros. También se resolvió crear una comisión de fiscalización, que informará al Consejo Superior todo sobre la obra social además de fijar topes salariales y congelar la planta de personal de Asunt. Estas medidas, entre otras, empezarán a regir cuando sean renovadas las autoridades de Asunt, en cinco meses.
Marigliano informó además que la Superintendencia de Obras Sociales de la Nación aceptó realizar una auditoría en Asunt.
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