Galería 10 fotos“Aquí mando yo”. El taxi es su dominio, y al compás de las canciones de FM Bésame recorre la ciudad generando un tendal de piropos a su paso. LA GACETA/FOTO DE ANALIA JARAMILLO
Gladys Samaniego, la tachera que cambia los enojos por piropos. El pelo rubio y el bronceado dejan boquiabiertos a los pasajeros. Maneja desde hace seis años, tiene dos hijas y afirma que aprendió a disfrutar su trabajo
"En el único momento que me vas a ver desarreglada es cuando salgo de entrenamiento de hockey. Pero ahí nomás: anteojos y brillo". LA GACETA/FOTO DE ANALIA JARAMILLO
Superanteojos de sol y brillo en los labios. LA GACETA/FOTO DE ANALIA JARAMILLO
"Soy muy selectiva con el pasajero. Prefiero mujeres con chicos, me fijo en el aspecto. Tiene que ser así porque una está muy expuesta aquí adentro". LA GACETA/FOTO DE ANALIA JARAMILLO
"Los hombres cuando suben les sorprende que una mujer maneje y por ahí dicen: ‘qué linda taxista, yo no te dejaría manejar’". LA GACETA/FOTO DE ANALIA JARAMILLO
Gladys conoce la ciudad porque antes operó la radio. LA GACETA/FOTO DE ANALIA JARAMILLO
"Salgo a las 7.30, vuelvo al mediodía y otra vez trabajo desde las 5 de la tarde hasta las 8". LA GACETA/FOTO DE ANALIA JARAMILLO
"Ellos no ponen el guiño, la baliza no existe, si tienen que frenar lo hacen sin mirar para atrás". LA GACETA/FOTO DE ANALIA JARAMILLO
Abre el capot y antes de salir siempre revisa el agua y el aceite. Sabe dónde está cada cosa y hasta cómo se cambia un neumático. LA GACETA/FOTO DE ANALIA JARAMILLO
“¡Ay!, me quiero morir justo hoy no traigo los tacos. Vos tendrías que ver con lo que manejo". LA GACETA/FOTO DE ANALIA JARAMILLO
